Naciones Unidas ha detallado los crímenes contra la humanidad que las autoridades de Corea del Norte (encabezadas por tres generaciones de los Kim) han perpetrado en las últimas seis décadas. Una comisión ha escuchado durante el último año los horripilantes testimonios en sesiones públicas de 80 norcoreanos desertores y supervivientes de campos de prisioneros políticos en Seúl, Tokio, Londres y Washington. El presidente de la comisión, el juez australiano Michael Kirby, ha recordado cómo tras la Segunda Guerra Mundial muchos exclamaron, al conocerse las atrocidades del nazismo, “Si hubiéramos sabido, lo que ocurría”. “Ahora, la comunidad internacional sabe. Sabrá. No hay excusa para no actuar porque no sabíamos”.
La ONU detalla casos concretos de las penurias de los internados de por vida en campos de trabajo (por ejemplo, familias enteras consideradas hostiles porque un pariente intentó huir al sur años atrás), de gente a la que mataron de hambre, de ejecuciones públicas o secretas, de secuestros, de desapariciones, torturas... Los autores acusan a las autoridades norcoreanas de utilizar "el hambre para controlar la población".
El informe de 400 páginas, presentado en Ginebra esta mañana, solicita al Consejo de Seguridad que derive las acusaciones ante el Tribunal Penal Internacional. Los expertos recalcan, sin embargo, que es probable que China, el gran aliado de Pyongyang, ejerza su derecho a veto. El informe será presentado oficialmente a la comisión de derechos humanos de Naciones unidas en Ginebra dentro de un mes.
Durante las últimas décadas se han ido conociendo detalles sobre las atrocidades sistemáticas que el régimen de los Kim ha perpetrado contra su pueblo. Eran retazos recogidos por ONGs, activistas de derechos humanos o expertos entre los que huyen fuera del país. La diferencia en esta ocasión es que la investigación cuenta con el aval de Naciones Unidas. De todos modos, el juez Kirby ha recordado que la comisión "no es un tribunal ni una fiscalía".