Washington— El presidente Barack Obama conmutó ayer las penas de prisión a ocho condenados por narcotráfico, una inusual decisión que buscaría compensar los efectos de las rigurosas sanciones contra las personas detenidas por posesión de crack.
Tres años después de haber promulgado una ley que balanceó las penas otorgadas por posesión de crack y cocaína, Obama recurrió a su derecho de indulto para ordenar la liberación de los ocho detenidos, que han cumplido al menos 15 años de prisión cada uno.
La ley de 2010 “comenzó a corregir una injusticia que duraba desde hace decenios, pero para miles de prisioneros, llegó muy tarde”, afirmó el mandatario en un comunicado.
Hasta entonces una persona arrestada con un gramo de crack recibía la misma pena que otro con 100 gramos de cocaína.
La ley cambió la relación de 100 contra 1 a 18 contra 1.
Seis de los ocho condenados cumplían cadena perpetua. La mayoría serán liberados de aquí a abril próximo, según la Casa Blanca.
La poderosa organización defensora de los derechos civiles ACLU saludó la decisión de Obama, señalando en un comunicado que se trataba de una “etapa importante para corregir los daños que las condenas extremas han provocado”.
Hasta ahora, Obama había conmutado la pena de prisión en una sola oportunidad desde que llegó al poder en 2008, según ACLU.
Por el mismo delito, Sentencian a mexicano en Alaska
Un mexicano fue condenado a 15 años de cárcel acusado de dirigir una red traficante de metanfetaminas que se extendía desde el estado de Washington hasta la localidad de Ketchikan, en Alaska.
El juez Timothy Burgess dictó la sentencia a Fernando Benítez Moreno, de 49 años, en una corte federal de distrito en Ketchikan.
Benítez Moreno utilizaba diversos alias, entre estos David Sánchez, Seguridad, Tío César y Tío Bob.