Leo Messi ha decidido romper su silencio en Argentina, donde apura su recuperación para regresar a tope a Barcelona tras el parón navideño. No es habitual que el argentino conteste con contundencia a alguien en los medios, pero con Javier Faus no ha tenido reparos en hacerlo.
Las palabras del vicepresidente culé en RAC 1 el pasado 10 de diciembre dolieron al jugador, que ha salido al paso para poner las cosas en su sitio y ha provocado un terremoto de magnitud todavía desconocida en las oficinas del Camp Nou.
"No sé por qué tendríamos que renovar de nuevo a Messi, no tenemos por qué presentar una mejora de contrato cada seis meses", afirmó Faus, "una persona que no sabe nada de fútbol y quiere manejar el Barça como si fuera una empresa, y no lo es", alegó Messi en su defensa en los mismos micrófonos de RAC 1.
"El Barça es el mejor equipo del mundo y debe ser representado por los mejores dirigentes. Y le recuerdo que ni yo ni nadie de mi entorno pedimos ninguna renovación y eso lo sabe él muy bien". Mensaje claro y directo también para el presidente Sandro Rosell, a quien le ha estallado la crisis en las manos.
No es la única. El contrato de Neymar ha puesto al presidente en apuros en los últimos días, hasta el punto de insinuar que hay una persecución organizada contra el Barça. Lo cierto es que Rosell tiene hasta el martes para presentar toda la documentación que le ha solicitado la Audiencia Nacional.
Mientras tanto, Messi pasará la Nochebuena en Argentina cerca de los suyos y de su padre, protagonista también esta semana en los medios al aparecer su nombre relacionado con una trama de blanqueo de capitales. Un sobresalto más para el padre de La Pulga tras la acusación de fraude fiscal a Hacienda destapada el pasado mes de octubre.
"No he leído nada directamente. Mi familia me ha comentado lo que se ha dicho y, la verdad, lamento profundamente lo que se ha dicho, no sobre mí, sino sobre personas que quiero, como mi papá o jugadores que son amigos. Lo que hemos hecho nosotros en estos partidos es cien por cien benéfico", defendió Messi.