Era obvio que habría algunos roces entre Sony y Microsoft en 2013.
Ambas empresas estaban preparándose para lanzar sus nuevos sistemas de videojuegos, PlayStation 4 y Xbox One.
Pero a medida que las consolas se acercaban a su lanzamiento, la guerra de palabras se puso más candente de lo que muchos anticiparon.
En agosto, el jefe de entretenimiento de Sony criticó a Microsoft por cambiar constantemente su mensaje de lo que sería la nueva Xbox.
El jefe de Microsoft Studio replicó que Microsoft era una empresa que escuchaba a los consumidores, y que por eso se habían hecho cambios.
Sony respondió que la retirada de Microsoft claramente era una señal de que su estrategia para su nueva consola fue rechazada.
¿Quién ganó? Hubo reportes de que la PlayStation 4 superó en ventas a la Xbox, pero es difícil decir. Ambos sistemas fueron dos de los artículos más difíciles de conseguir para los compradores navideños. La batalla continúa.