Cancún, Quintana Roo.— En una ciudad marcada por el crecimiento descontrolado, la especulación inmobiliaria y la venta ilegal de terrenos sin servicios básicos, el reciente aseguramiento del desarrollo irregular “Oriolo”, en la delegación Alfredo V. Bonfil, no fue un operativo más, sino un punto de inflexión. La presidenta municipal Ana Paty Peralta decidió enfrentar de frente a quienes, durante años, han hecho del suelo de Cancún un negocio de alto impacto social y ambiental, al margen de toda ley.
Durante décadas, en Cancún han proliferado los fraccionamientos “fantasmas”, las ventas “al vapor” y los asentamientos sin permisos ni infraestructura. Terrenos sin agua, drenaje, alumbrado o transporte se venden a precios engañosamente bajos, atrayendo a familias trabajadoras que, con el tiempo, terminan viviendo en condiciones precarias. Estos cinturones de miseria, creados por desarrolladores sin escrúpulos, se convierten en focos de inseguridad, hacinamiento, contaminación y deterioro ambiental.
El caso de “Oriolo” representa precisamente ese modelo depredador. El proyecto fue clausurado y asegurado gracias a una denuncia presentada por la propia alcaldesa ante la Fiscalía General del Estado (FGE). La dependencia, a través de la Fiscalía Especializada en Combate a los Delitos Ambientales, la Fauna y el Desarrollo Urbano, obtuvo una orden judicial para catear el predio, en coordinación con la Secretaría de Marina, la Dirección de Ecología Municipal y el Colegio de Biólogos de Quintana Roo.
Durante la diligencia, las autoridades constataron la existencia de una superficie de aproximadamente 30 mil metros cuadrados desmontada, chapeada y rellenada con material pétreo, sin permisos para construcción o urbanización. Se hallaron residuos orgánicos producto del desmonte, lo que confirma un daño ecológico severo a la flora, fauna y suelos del ecosistema.
Las investigaciones señalan que los promotores del desarrollo no contaban con autorización municipal ni estatal y, aun así, continuaban ofreciendo lotes en venta. Por ello, el predio fue asegurado y quedó bajo custodia de la FGE.
Una acción con peso político y social
El operativo, realizado apenas dos días después de que la gobernadora Mara Lezama advirtiera sobre los fraudes y ventas ilegales de viviendas en la zona norte, muestra una coordinación efectiva entre el Gobierno del Estado y el municipio. La advertencia vino desde Palacio de Gobierno y la respuesta se materializó en territorio.
“Gracias a la actuación oportuna del Ayuntamiento evitamos que el desarrollo irregular ‘Oriolo’ ponga en riesgo el medio ambiente y el patrimonio de las y los cancunenses”, afirmó Ana Paty Peralta en sus redes sociales. La alcaldesa enfatizó que el proyecto ya había sido clausurado en 2024, pero los responsables reincidieron, evidenciando la necesidad de sancionar con mayor rigor a quienes insisten en lucrar con el suelo y con la necesidad de vivienda.
El rostro de una Cancún desigual
Durante años, los fraccionamientos ilegales han sido la puerta de entrada a la marginación urbana. En zonas sin servicios públicos, las familias deben improvisar con pozos, fosas sépticas y cables colgantes, mientras los residuos contaminan el subsuelo y los manglares. Este desorden urbano, además de generar contaminación y deforestación, alimenta la inseguridad, la violencia doméstica y la falta de oportunidades.
Expertos en desarrollo urbano señalan que el costo social de estas prácticas es altísimo: mientras unos pocos especulan con la tierra, el municipio hereda comunidades enteras sin planeación, sin espacios públicos y con condiciones que facilitan el deterioro social y ambiental.
Fin de la impunidad y mensaje de autoridad
A diferencia de otras administraciones, el gobierno de Ana Paty Peralta ha optado por enfrentar directamente a los desarrolladores irregulares y denunciar penalmente sus actos. La alcaldesa ha reiterado que ya no se permitirá que Cancún siga creciendo con base en la ilegalidad y el abandono.
Mara Lezama, por su parte, advirtió recientemente en su programa “La Voz del Pueblo” que muchos de estos supuestos desarrollos son fraudes disfrazados de oportunidades. Llamó a las familias a verificar toda documentación y acudir a las instancias oficiales antes de comprar un terreno o vivienda.
Un nuevo rumbo para Cancún
El aseguramiento del predio “Oriolo” no solo representa un triunfo administrativo y jurídico, sino también un acto político que redefine el papel del Ayuntamiento en la defensa del territorio. Es un mensaje a los inversionistas sin escrúpulos y a las redes de corrupción que, durante años, se beneficiaron del desorden urbano: en Cancún ya no habrá impunidad.
Ana Paty Peralta subrayó que el bienestar del municipio se construye entre todos y pidió a la ciudadanía denunciar cualquier actividad que afecte el entorno o vulnere la ley. “El futuro de Cancún depende de que tengamos el valor de decir basta a los abusos y a la destrucción del medio ambiente”, concluyó.
En una ciudad donde el suelo ha sido mercancía y el crecimiento un caos, esta acción marca el inicio de una nueva etapa: la del orden, la legalidad y la responsabilidad ambiental. Ver menos




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