La situación en la cárcel de Cancún, Quintana Roo, consecuencia del autogobierno, enfrenta un claro ejemplo de la violación sistemática de los derechos humanos, afirmó María José López Canto, segunda visitadora de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).
Sostuvo que en el penal las autoridades no atienden los señalamientos y demuestran falta de voluntad en las recomendaciones para que mejoren las condiciones, lo que pone en serio riesgo la vida de muchas personas.
Dijo que en la cárcel, que se diseñó para atender 780 personas y alberga a mil 500, prevalecen extorsiones, tratos inhumanos y degradantes; además de que no se realizan ni denuncias ni investigaciones de los delitos ocurridos.
La evidencia de esta situación, sostuvo, se tiene en un Informe de Actividades del Programa de Proximidad Social de Derechos Humanos, que elaboró durante varios meses y en el que se detectaron diversas irregularidades que van desde lo particular a lo general.
Detalló que los problemas comunes son los castigos aplicados sin apego al reglamento respectivo, la calidad y cantidad de los alimentos, los servicios médicos, la falta de actividades recreativas y culturales y el hacinamiento.
Agregó que, además, los reclusos tampoco son separados por su situación jurídica ni por su pasado criminal, generando que convivan internos que cometieron delitos simples como robo, hasta violadores.
Además, hay evidencias de que las sanciones y castigos no se apegan a los reglamentos y que son dictados de manera discrecional por la autoridad del penal; López Canto indicó que la Segunda Visitaduría da seguimiento a tres casos de violación de derechos humanos en la cárcel de Cancún: el irregular traslado de internas a la cárcel de Chetumal, de la que ya se emitió la recomendación respectiva, que se aceptó y están corriendo los 90 días para cumplirse.