La construcción del emblemático Tren Maya, uno de los proyectos prioritarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se encuentra en el centro de una polémica tras la denuncia del periodista Carlos Loret de Mola en su programa Latinus. Según el reportaje, el Ejército Mexicano y el empresario Amílcar Olán, cercano a los hijos de AMLO, habrían utilizado huachicol (combustible robado) para operar maquinaria en el tramo 7 de la obra.
Un golpe a la narrativa anticorrupción de AMLO
El contexto del combate al huachicol
Desde el inicio de su administración, López Obrador destacó su lucha contra el robo de combustible como uno de sus logros principales. Sin embargo, esta acusación contradice esa narrativa, señalando que el Ejército, encargado de supervisar partes clave del proyecto, adquirió combustible robado para las obras.
El reportaje detalla cómo este huachicol, de baja calidad y adulterado, provocó daños en maquinaria pesada, generando retrasos significativos en la construcción del tramo Bacalar-Escárcega.
Amílcar Olán: el empresario en el ojo del huracán
Vínculos con los hijos de AMLO
Amílcar Olán, descrito como un «íntimo amigo» de los hijos del expresidente, aparece en grabaciones presentadas por Loret de Mola, admitiendo la compra de combustible robado. En estas llamadas, Olán justifica su uso para reducir costos operativos, una decisión que, según el reportaje, habría sido tolerada por las autoridades militares responsables de la obra.
Las conversaciones filtradas
En una de las llamadas, Olán discute con un empleado sobre los precios del combustible:
«Antes, con bombas, costaba 5,500 pesos; ahora, con huachicol, son 4,400».
Esta reducción de costos, aunque beneficiosa a corto plazo, generó pérdidas millonarias por los daños a equipos y retrasos en el proyecto.
Impactos en el tramo 7: daños y retrasos
El tramo 7 del Tren Maya, uno de los más críticos por su ubicación en la Selva Maya, ha enfrentado constantes desafíos. Según testimonios de trabajadores y empresarios presentados en el reportaje, el huachicol suministrado:
Afectó maquinaria pesada: Muchos equipos estuvieron inoperativos por semanas debido a los daños en filtros y motores.
Causó retrasos significativos: La obra, que debía concluir antes de finalizar el sexenio, sigue incompleta.
Generó tensiones laborales: Los costos de reparación fueron trasladados a los contratistas, quienes enfrentaron pérdidas económicas.
Reacciones: silencio y polémica
El gobierno federal
Hasta ahora, ni la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) ni los hijos de AMLO han emitido declaraciones sobre las acusaciones.
Opinión pública dividida
Defensores del gobierno: Señalan que el reportaje busca desprestigiar un proyecto emblemático.
Críticos: Exigen una investigación independiente para esclarecer el uso de recursos públicos en el Tren Maya.
Corrupción en proyectos prioritarios: ¿qué está en juego?
El Tren Maya es más que un proyecto de infraestructura; es un símbolo de la visión de desarrollo de López Obrador. Sin embargo, estas acusaciones plantean preguntas críticas:
¿Hasta qué punto el Ejército está involucrado en prácticas irregulares?
¿Qué rol juegan los aliados cercanos al gobierno en la administración de recursos públicos?
Una mancha en el legado de AMLO
Las denuncias de uso de huachicol en el Tren Maya no solo ponen en duda la eficacia del Ejército como administrador, sino que también golpean la credibilidad del gobierno en su lucha contra la corrupción.
Con un país expectante y una opinión pública dividida, el desenlace de esta historia podría definir cómo será recordado uno de los proyectos más ambiciosos de la administración de López Obrador.