Monterrey, Nuevo León. Lo que parecía un golpe maestro de promoción tecnológica terminó siendo un bochorno político: el gobernador Samuel García anunció con entusiasmo que NVIDIA invertiría mil millones de dólares en Nuevo León… pero la empresa lo desmintió pocas horas después.
Según la versión oficial del mandatario, el estado sería sede del primer “Green Data Center de Inteligencia Artificial” en México, un proyecto que, según él, consolidaría a Nuevo León como el Silicon Valley del país. Incluso presumió en redes sociales que ya existía terreno y acuerdos listos para arrancar.
La historia duró poco. NVIDIA, el gigante tecnológico detrás de la inteligencia artificial y las tarjetas gráficas más potentes del mundo, emitió un comunicado dejando claro que no tiene planes de inversión financiera en Nuevo León y que su participación se limita únicamente a proyectos de cooperación académica y desarrollo de talento, no a desembolsos millonarios.
El desmentido cayó como cubetada de agua fría en el Palacio de Gobierno. La noticia, que inicialmente fue celebrada como un triunfo de gestión, se convirtió en un tropiezo de proporciones virales. Usuarios en redes sociales no tardaron en bautizar el episodio como “la inversión fantasma” y llenar de memes al gobernador por su apresurado entusiasmo.
Analistas políticos señalan que este episodio afecta la credibilidad del gobierno estatal y exhibe la falta de rigor con la que se manejan los anuncios oficiales, especialmente en temas de alto impacto económico. “No puedes gobernar con storytelling”, ironizó un consultor local, “las inversiones no se materializan con hashtags”.
Hasta el cierre de esta edición, el mandatario no ha explicado si se trató de un malentendido, un exceso de optimismo o simplemente una jugada política fallida. Lo cierto es que, entre tanto entusiasmo digital, la única inversión confirmada hasta ahora fue la de confianza… y esa se desplomó más rápido que las acciones de un startup sin respaldo.




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