Este podría ser recordado como el año en el cual despegó la "ropa-gadget", al menos eso esperan empresarios noveles y grandes fabricantes como Samsung, Qualcomm y Sony.
Los dispositivos electrónicos que se abrochan o se pone uno encima ya son bien recibidos por los atletas obsesionados con obtener toda medición posible de sus cuerpos. Hay incontables relojes inteligentes para quienes prefieren mirar la muñeca y revisar mensajes en lugar de consultar su teléfono. Miles de personas ya ven el mundo de un modo distinto gracias a las gafas Google Glass conectadas a internet.
Aun con las posibilidades que ofrecen estos aparatos, los amantes de los artilugios electrónicos pueden esperar que las compañías tecnológicas extiendan todavía más el concepto de ropa-gadget esta semana en el CES, la feria anual de la industria en Las Vegas.
Se prevé que varias compañías presenten aparatos que sean más fáciles de usar, extiendan la carga de la batería y aprovechen el poder de la gesticulación de los usuarios, las redes sociales y la nube.
La ola de dispositivos electrónicos integrados en prendas de vestir aún está en una fase temprana. Muchas de las tecnologías que se exhibirán brindarán un vistazo al futuro y no necesariamente serán productos que estén a disposición del público en general.
Estos nuevos gadgets son "como la primera generación del iPod", dijo Gary Shapiro, director ejecutivo de la Asociación de Electrónicos para el Consumidor, el grupo que ha organizado la feria de la industria desde 1967. "Era voluminoso, no era bonito y mira lo que pasó. Se hizo más delgado y mejor".
En la expo de esta semana, es factible que las compañías presenten mejoras en pantallas y en rendimiento de las baterías, dijo Shane Walker, analista de la firma de investigación IHS.
Ambos factores están relacionados porque mientras más funciones tiene un aparato, más energía consume. Ello crea demanda de pantallas de bajo consumo, pero también de métodos para interactuar con los aparatos que no dependan de una pantalla, tales como los gestos y la voz.
Lo que impulsa el auge en la innovación de dispositivos integrados en prendas de vestir es la reciente generalización de sensores baratos conocidos como sistemas microelectromecánicos. Estos son pequeños componentes acelerómetros y giroscopios, por ejemplo que hacen posible que los smartphones reaccionen al movimiento y que las tabletas puedan usarse como volantes en videojuegos.
También hay sensores que responden a la presión, la temperatura e incluso al nivel de glucosa en la sangre.
Bionym Inc., de Toronto, presentará en el CES su muñequera Nymi. El dispositivo es capaz de identificar al usuario al determinar su singular ritmo cardiaco. La tecnología podría algún día evitar la necesitar de contraseñas, llaves y billeteras.
Thalmic Labs Inc., de Ontario, planea presentar su brazalete MYO, que puede usarse como control a distancia para un cuadricóptero. El brazalete responde a la electricidad generada en los músculos del antebrazo, así como a los movimientos del brazo y de los dedos.
El cofundador de la compañía Stephen Lake dice que el MYO se asemeja a un ratón o a un teclado, ya que puede controlar actividades, a diferencia de otros brazaletes que simplemente las monitorean.
"Hemos visto esta migración de la computación tradicional hacia dispositivos móviles", dijo Lake. "Nuestra creencia es que la tendencia continuará y que nos integraremos más con la tecnología y las computadoras. Las nuevas interfaces computadora-humano son las que pueden impulsar estos cambios".