México, DF. El titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, dijo que antes México no era un país consumidor de drogas, que producía amapola y mariguana y sólo servía como tránsito para sustancias como la cocaína. Sin embargo, agregó, ahora el consumo de estupefacientes en el territorio nacional sí es considerado un problema.
"No hicimos bien nuestra chamba", reconoció el funcionario. Comentó además que ahora el país produce también metanfetaminas, y que en el mundo se han creado drogas de diseño y sustancias como el crack, que son "tremendamente adictivas".
Hoy México está en un momento difícil, "algo pasó", y por eso no hay que señalar con el "dedo flamígero" solamente a las policías mexicanas, sostuvo durante una conferencia ofrecida como parte del Seminario sobre la Violencia, que organiza El Colegio de México, y que fue comentada por los investigadores Elena Azaola y Arturo Alvarado, con la moderación de Lorenzo Meyer.
Al responder preguntas de Azaola y Alvarado, Mondragón y Kalb comentó que no se siente responsable del origen de la violencia en el país y de su persistencia, pues las causas son muchas, ni tampoco de los elevados presupuestos para seguridad pública durante el sexenio de Felipe Calderón. "Los recursos mencionados no los he usufructuado yo".
Reconoció que, pese a ser "anticonstitucionales" y a la complejidad del tema, los grupos de autodefensa y policías comunitarias han logrado reducir la violencia en estados como Guerrero y Michoacán.
En esta última entidad, agregó, están de un lado los grupos de autodefensa y del otro Los caballeros templarios, y "en medio" la ciudadanía, el Ejército, la Marina y la Policía Federal.
Ante preguntas de reporteros sobre informes de aumento de los secuestros en México a niveles de hace siete años, Mondragón dijo que la criminalidad está modificando sus acciones, pues "está agotada en algunos campos, como el del propio narcotráfico, y rotando a otro tipo de delitos".
Por ello, abundó, "estamos abocados a acotar al secuestro y haciendo toda la coordinación correspondiente, estableciendo grupos especializados en cada una de las regiones del país y colaborando con los gobiernos estatales".
Reiteró su planteamiento de "tolerancia cero" a la corrupción e involucramiento en hechos delictivos de policías federales, y dijo que en lo que lleva de su gestión se ha metido a la cárcel a más de 150 agentes.