Martín Arellano Solorio, periodista sinaloense con más de 20 años de experiencia, murió en la madrugada del 5 de septiembre en la Clínica-Hospital General de Zona No. 3 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Mazatlán, luego de relatar públicamente, a través de su cuenta de X, la demora en recibir atención tras sufrir un infarto.
Una crónica del abandono
El jueves 4 de septiembre a las 12:34 horas, Arellano comenzó a publicar mensajes en los que indicó haber sufrido un infarto, denunciando que no recibía atención médica adecuada. El periodista permaneció horas en un pasillo, registrando y compartiendo cada fase de su agonía, hasta su último tuit alrededor de las 18:00 horas. Varias versiones señalan que el ingreso formal a urgencias fue alrededor de las 16:28 horas.
Versión institucional versus testimonio ciudadano
Una vez ocurrido el deceso, el IMSS respondió mediante un comunicado en el que afirmó que sí se activó el protocolo “Código Infarto”, que se le brindó atención multidisciplinaria, y que fueron realizados estudios clínicos, electrocardiograma y análisis de laboratorio. La directora del hospital, Felicitas Obeso Aguirre, agregó que, si bien se actuó conforme al protocolo, la falta de infraestructura especializada —como procedimientos de hemodinamia— en la sucursal de Mazatlán habría limitado la respuesta médica en situaciones de alta complejidad.
Reacciones y reclamos en redes sociales
La muerte de Arellano generó una fuerte respuesta de indignación entre usuarios de redes, que criticaron la inacción del sistema de salud y cuestionaron la consistencia entre lo expuesto por el periodista y la versión institucional. En un tuit que resumió el sentir colectivo, un usuario se preguntó:
“¿Son consistentes los tiempos con los protocolos de atención médica? Honestamente, no lo sé.”
Trayectoria y legado
Martín Arellano Solorio era un periodista independiente, reconocido por su labor crítica y su defensa de la verdad. Colaboró con medios como Tuister y Los Ángeles Press, y se destacó por denunciar casos de plagio y corrupción en distintos ámbitos. Se tenía conocimiento de que tenía más de 50 años al momento de su muerte, y era licenciado en Comunicación por la UNAM, con diplomados en educación y marketing.
Último adiós
El homenaje póstumo se llevará a cabo el domingo 7 de septiembre a las 11:00 horas en la Iglesia Cristiana Congregacional Nueva Vida, ubicada en la colonia Villas del Sol de Mazatlán.