La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Michoacán (CEDH) confirmó que hasta el domingo pasado 60 personas abandonaron Apatzingán y Parácuaro debido a la violencia que se ha vivido esa zona en los últimos días. Sin embargo, la cifra puede ser más alta, pues muchos de los desplazados no reportan la salida de sus localidades.
También esta mañana,Estanislao Beltrán, vocero de los grupos de autodefensas en Michoacán, condicionó esta mañana el diálogo con el gobierno federal hasta que no detengan a los líderes de Los Caballeros Templarios.
Su “objetivo es limpiar de Los Caballeros Templarios hoy. Si el gobierno federal acciona y nos entrega a los máximos líderes de los Caballeros Templarios veremos qué vamos a hacer”, dijo Beltrán en entrevista con Radio Fórmula.
En tanto, el presidente de la CEDH, José María Cázares Solórzano, dijo al diario Cambio de Michoacán, que tras la violencia que se agudizó el pasado fin de semana en Apatzingán y Parácuaro, muchas familias que han decidido abandonar la región pero no se sabe cuántas, pues éstas no acuden a las visitadurías a presentar la queja correspondiente por lo que el registro con el que cuentan no es certero.
El ombudsman estatal dijo que la CEDH está atenta a la situación que prevalece en la zona y que por el momento no tienen un operativo especial. Además, reveló que con el presupuesto que le aprobó el Congreso local, el organismo estará más limitado a dar seguimiento a los programas.
Por su parte, el visitador regional de Apatzingán, Jaime Pérez Torres, dijo a la prensa local que la situación que se vive en la región de Tierra Caliente se complica cada vez más y denunció que el gobierno estatal, encabezado por Fausto Vallejo Figueroa, ha ignorado los ehxortos que ha hecho la Comisión Estatal de Derechos Humanos para que resguarde el Estado de Derecho.
“No vemos que se haga algo para que la ola de violencia disminuya, por el contrario, la situación es de terror”, expuso el funcionario.
MICHOACÁN EN LLAMAS
Hace un año tomaron las armas y ahora quieren terminar la labor. Pueblo por pueblo, grupos ciudadanos armados para su autodefensa en Michoacán, fueron cercando el pasado fin de semana la ciudad de Apatzingán, bastión de su mayor enemigo, el cártel de Los Caballeros Templarios.
Con modernos fusiles de asalto y chalecos antibala, los guardias comunitarios patrullan en jeeps y camionetas los poblados bajo su dominio, ante un alegado fracaso de las autoridades para brindarles protección.
Los ciudadanos “piden a gritos nuestra presencia”, dijo el líder del movimiento en la localidad de La Ruana y uno de los principales portavoces de las autodefensas, Hipólito Mora, al diario Cambio de Michoacán.
Pero estos grupos no son bienvenidos en todas partes. Su avance hacia Apatzingán para ocupar esa importante ciudad de la región de Tierra Caliente estuvo acompañado de violentos enfrentamientos.
Una y otra vez desconocidos atravesaron camiones y autobuses en carreteras y prendieron fuego a los vehículos en los últimos días. En Apatzingán hubo ataques incendiarios en el ayuntamiento y en varias tiendas, además de tiroteos.
No se sabe quién está atrás de los ataques. Las autodefensas, que ya han ocupado unos 15 poblados, responsabilizan de los incidentes a personas ligadas al cártel de los templarios como una reacción a su cada vez mayor presencia.
Al menos dos personas murieron en enfrentamientos en Múgica y Antúnez el fin de semana y los guardias comunitarios detuvieron a varios supuestos informantes de los cárteles, pero hasta ahora no ha habido un choque directo de grandes proporciones con Los Caballeros Templarios, un cártel surgido en 2010 que domina la región con secuestros, extorsiones y negocios ilícitos.
Ante la escalada de violencia, las autoridades reforzaron la seguridad con el envío de más militares y unos mil 500 policías federales a la zona, de por sí fuertemente militarizada.
Las fuerzas federales desbloquearon carreteras y patrullan el centro de Apatzingán. Sin embargo, no han podido detener la crisis, que se asemeja a una guerra civil.
De manera oficial el gobierno rechaza a los grupos de autodefensa. El ministro de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó que son grupos que están “al margen de la ley” y negó que el gobierno las esté aceptando.
En la práctica las fuerzas irregulares, a las que en algunos casos se ha acusado de trabajar para el cártel rival Jalisco Nueva Generación, son, cuando menos, toleradas por las autoridades de seguridad de la región, que parecen haber quedado totalmente superadas.
Las policías comunitarias tienen en México tradición, pero la actual ofensiva y las características del movimiento de autodefensa michoacano son inéditos.
Cansados de la ola de terror del crimen organizado, ciudadanos de la Tierra Caliente se rebelaron en febrero del año pasado y tomaron en sus manos la protección de sus propios pueblos. Ahora quieren el control de toda la zona y, en particular, de Apatzingán.
Uno de los líderes del movimiento es el médico José Manuel Mireles, que acaba de dejar un hospital en Ciudad de México después de haber sufrido hace una semana un accidente de avión y que fue trasladado bajo protección policial a un lugar no especificado.
Para la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el vacío de autoridad es la causa de la escalada de violencia. “Estamos ante condiciones en donde lo que se observa es una ausencia de Estado, una ausencia de gobernabilidad”, dijo en una entrevista con el diario “El Universal”.
Las autodefensas “están tratando de cumplir una función que no les corresponde y que es el Estado quien debería ejercer”, indicó, y expresó su temor de que, ante la aceptación tácita a estas guardias ciudadanas, “otros grupos de personas de todo el país quieran hacer lo mismo”.
El experto en temas de seguridad Alejandro Hope señaló que existe el riesgo de que el juego de fuerzas termine de manera sangrienta en Michoacán.
Cuando las fuerzas de autodefensa intenten la toma de Apatzingán, “podría haber una batalla de dimensiones nada triviales”, escribió en un análisis para el portal especializado Insight Crime.
“Michoacán está atrapado en un conflicto político-militar entre varios grupos armados ilegales”, añadió, y “el reciente avance de las fuerzas de autodefensa, tolerado por fuerzas federales, ha acelerado esta dinámica”.
AUTODEFENSAS CONDICIONAN DIÁLOGO
Estanislao Beltrán, vocero de los grupos de autodefensas en Michoacán, condicionó este mañana el diálogo con el gobierno federal hasta que no detengan a líderes de los Caballero Templarios.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula, el Estanislao Beltrán declaró que su “objetivo es limpiar de los Caballeros Templarios hoy. Si el gobierno federal acciona y nos entrega a los máximos líderes de los Caballeros Templarios veremos qué vamos a hacer”.
Recalcó que mientras las cabecillas de este grupo celictivo no sean capturadas no es posible que establezcan una mesa de negociación con el gobierno federal y que mientras Michoacán no esté limpio del crimen organizado las autodefensas seguirán operando.
Por su parte, Hipólito Mora, líder del grupo de autodefensa de La Ruana, dijo también en entrevista con Radio Fórmula que se ha reunido con el Gobernador Fausto Vallejo, pero que no ha visto nada de lo que han platicado.
“Hablé con él, me parece una excelente persona y hace cuatro meses o tres meses platiqué con él y no se ha visto nada de lo que platicamos”, dijo al grupo de medios.
Además señaló que el mandatario estatal con apoyo del gobierno federal podría resolver la situación por la que atraviesa Michoacán, sin embargo declaró que “a lo mejor no quiere, pero de que puede, puede. Estamos pudiendo nosotros”.