México, DF. La aprobación de un presupuesto de 338 mil millones de pesos para el campo para 2014 “no garantiza que haya un cambio de política agroalimentaria y mucho menos que el presidente Enrique Peña Nieto quiera firmar el pacto rural que proponen organizaciones campesinas”, consideró Rocío Miranda Pérez, presidenta nacional de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC).
Miranda Pérez señaló también que con este Programa Especial Concurrente (PEC) 2014, aprobado por el Congreso, se demuestra que el gobierno federal “no tiene mucha voluntad de concretar una gran reforma para el campo o la firma de un pacto rural”, y consideró que el presupuesto destinado al agro para el próximo año sólo da garantías a los “grupos de agroindustriales más ricos del campo”.
Precisó que “el pacto rural no sólo significa la firma de un documento donde nos pongamos de acuerdo las fuerzas campesinas con el gobierno federal, (pues) éste requiere de un cambio sustancial en la dirección de los recursos al campo, así como de programas reestructurados”.
La dirigente insistió en que “no es suficiente el cambio de nombre en los programas sociales, como sucede con el Pro Agroproductivo, antes Procampo, cuando lo importante es un cambio de política económica y de productividad”. Más aun, cuando México padece también la crisis económica mundial y los altos precios de los alimentos.
Por ello, advirtió que “de no poner como prioridad la producción de alimentos, vamos a seguir atados a los destinos económicos de la producción de alimentos a nivel mundial y sustentados principalmente en productos chatarra”.