El presidente de Suráfrica, Jacob Zuma, pidió a sus compatriotas que apoyen de forma masiva el Día Nacional de la Oración y la Reflexión, declarado para honrar al fallecido Nelson Mandela.
El jefe del Estado hizo un llamamiento a los ciudadanos para que vayan a los estadios, auditorios y templos de las distintas religiones para celebrar la vida de Madiba, como se conoce popularmente en su país al ex presidente.
"Mientras estamos de duelo, deberíamos cantar también alto con nuestras voces, bailar y hacer lo que queramos para celebrar la vida de este revolucionario excepcional que mantuvo el espíritu de la libertad vivo y nos condujo a una nueva sociedad", dijo Zuma.
"Como surafricanos, cantamos cuando somos felices y también cantamos cuando estamos tristes para sentirnos mejor", agregó el mandatario.
La seguridad fue reforzada en el complejo Union Buildings de Pretoria, sede del gobierno, que acogerá la próxima semana en capilla ardiente los restos de Mandela. Agentes de policía han bloqueado las dos entradas principales del recinto gubernamental, ante la congregación de centenares de ciudadanos que han acudido allí a dar su último adiós al líder.
Homenaje. Mientras el país se prepara para la llegada de gran cantidad de líderes mundiales que asistirán a las honras fúnebres a Mandela, el cruce de la calle 4 con la 12 del barrio de Hougthon, donde se ubica la casa en la que vivió y murió, se encuentra cubierto de flores, velas y mensajes: una montaña de pequeños homenajes personales dejados por ciudadanos para Madiba.
El entorno de la vivienda, acordonada fuertemente por la policía, es una canción permanente entonada por decenas de personas que bailan y tocan tambores en honor al ex presidente. La tristeza ha sido sustituida por agradecimiento, los lamentos por gritos de exaltación, y las lágrimas por sonrisas de respeto hacia todo lo que consiguió.
“Él nos liberó, solo podemos recordarle con alegría”, afirmó una mujer negra que, gracias a la lucha que dignificó a Mandela, hoy no tiene problemas para mezclarse con los blancos en un barrio de blancos adinerados.
"De la oscuridad nos llevó a la luz; de la muerte a la inmortalidad; de la mentira a la verdad", agradece uno de los mensajes dejado frente a la casa del líder.
El cruce donde ahora se erige un lugar de culto es el mejor reflejo del legado de Mandela, una mezcla de razas y religiones.