La Lazio cuenta, en su afición, con uno de los grupos ultra que, periódicamente, más indignación causa en el mundo del fútbol. La última, en el debut de su equipo en la Serie A ante el Nápoles. En las gradas del fondo norte del Olímpico de Roma, los radicales repartieron octavillas en las que prohibían el acceso a las mujeres: "El fondo norte representa un lugar sagrado para nosotros, un ambiente con un código no escrito que hay que respetar. Las primeras filas del fondo siempre las hemos vivido como si fueran una trinchera y dentro de ella no admitimos mujeres, esposas ni novias por lo que las invitamos a posicionarse a partir de la fila diez. Quien elige el estadio como alternativa a una escapada romántica y despreocupada a la Villa Borghese que se vaya a otros sectores del campo", rezaban los panfletos firmados por el colectivo Diabolik Pluto.
El club romano quiso desmarcarse, de inmediato, de la acción: "El club, desde siempre, ha estado en contra de cualquier tipo de discriminación. En la 'curva nord' sabemos que desde siempre hay presencia femenina, no muy grande pero sí la hay. Las hinchas de la Lazio son muchísimas y hacen sentir su voz. La octavilla es una iniciativa fallida de una minoría", aseguró Arturo Diaconale, director de comunicación del club, en declaraciones a 'El País'. "No somos un órgano de policía y tampoco se ha cometido un delito. Lo que podemos hacer es repetir una vez más que esas iniciativas hacen daño al club, que no tiene que ver con eso", afirmó tras ser cuestionado sobre las posibles medidas que puede adoptar la entidad lacial ante lo sucedido.
Viejos conocidos
Éste incidente no deja de ser uno más de los que han generado los 'Irriducibili' (irreductibles), el grupo ultra de la Lazio. Los seguidores más radicales del equipo blancoceleste son tristemente conocidos por exhibir, sin complejos, su ideología neonazi. El episodio más reciente se dio la temporada pasada. Durate un partido de la Serie A, entre la Lazio y el Cagliari, aparecieron en la Curva Sud del Olímpico unas pegatinas con la imagen de Ana Frank con una camiseta de la Roma. Los ultras de ambos equipos consideran "judío" como una ofensa.
Una de tantas. En 2013, la Serie A ya se vio obligada a cerrar la curva norte cuatro veces por los habituales saludos fascistas. Su máximo exponente fue Paolo Di Canio. El centrocampista militó, en tres etapas, seis años en las filas de la Lazio, y nunca ha escondido su simpatía por Benito Mussolini. Su celebración de un gol, en un derbi ante la Roma, realizando el saludo fascista dio la vuelta al mundo. En otro derbi, en 1998, los 'Irreducibili' colgaron una pancarta que rezaba "Auschwitz es vuestra patria; los hornos, vuestras casas".