Ambos tienen corazón, espíritu y agallas, pero solo uno puede encumbrarse como el monarca del Apertura 2013. León y América justificaron con el intenso juego que exhibieron por qué son los dos mejores equipos de este semestre. La Final de ida fue un capítulo inolvidable de buen futbol, vibrante y de constantes llegadas.
Estos dos equipos llevaron a lo futbolístico la Tercera Ley de Newton: “a cada acción corresponde una reacción”. Sí, porque a cada llegada de uno, el otro respondía, encumbrando a sus porteros. Pero la puntería solo estuvo del lado del León, que se llevó la ida con un 2-0, y lo acercó para coronarse como el nuevo monarca del futbol mexicano.
Sin embargo, el América no está para nada muerto. En su casa, el próximo domingo, deberá apelar a otra tarde heroica para darle la vuelta a esta partido. Ambos tienen corazón de campeón, pero solo uno tendrá el trofeo.
En este primer capítulo, el León demostró que ha hecho de su guarida un territorio inexpugnable, lleno de colorido y pasión, digno de un equipo campeón. Tuvo su primera llegada al minuto cuatro en un disparo lejano de Darío Burbano, que provocó que Moisés Muñoz se tendiera para desviar el balón.
Esto solo fue el aviso de lo que vendría a los diez minutos, cuando León encontró el gol en un rechace de Aquivaldo Mosquera, al que Juan Carlos Medina intentó controlar con sobrada confianza, porque nunca se percató que, por atrás, arribó Carlos Peña quien, sin dudarlo, prendió la pelota con un derechazo cruzado que venció a Moisés Muñoz.
Con el golpe en contra, América intentó tomar el control del partido y empezar a generar jugadas que pusieran en aprietos a la zaga esmeralda y al portero William Yarbrough. Y las Águilas estuvieron cerca de empatar con una combinación, en la que Raúl Jiménez habilitó a Luis Gabriel Rey; sin embargo, el Rey fue trabado por Rafael Márquez, en un penal que no se sancionó.
Al 35’, otra vez el equipo de Miguel Herrera tocó la puerta, esta vez por medio de un remate con la cabeza de Juan Carlos Valenzuela, que obligó una gran atajada de Yarbrough.
El partido estaba abierto y cada equipo asumió su propia estrategia: América se hizo dueño del balón, mientras que la Fiera apostó por los latigazos largos para tomar mal parada a la defensa azulcrema, y aprovechar la velocidad de Matías Britos y Darío Burbano.
En un tiro de esquina, La Fiera estuvo muy cerca del segundo, en un remate con la cabeza de Nacho González que se estrelló en el travesaño. Esos fueron los mejores minutos del León en el primer tiempo, que careció de puntería para marcar un segundo tanto.
En el último lapso de la primera parte, León empezó a evidenciar las fragilidades de su adversario, como la lentitud de Juan Carlos Valenzuela y Francisco Javier ‘Maza’ Rodríguez quien, incluso, estuvo a punto de regalarle el segundo tanto a los locales, tras retrasar el balón sin darse cuenta que en el centro del área estaba solo Mauro Boselli, pero la oportuna salida de Moisés Muñoz evitó la caída de su portería al desarmar al argentino.
Minutos después, Britos penetró por sector izquierdo y sacó un disparo que exigió un nuevo lance de Muñoz. Con esa jugada concluyó la letanía de los Panzas Verdes en la primera mitad. Un primer lapso en el que esta Fiera fue superior a su rival, pero solo le sacó un gol de ventaja.
AMÉRICA PERDONA; LEÓN YA NO
Con la obligación de empatar, el América tomó el dominio del esférico y buscó imprimirle mayor intensidad a sus llegadas. Apenas en los primeros minutos del complemento, Juan Carlos Medina sacó un disparo que Yarbrough atajó. Instantes después fue Raúl Jiménez, quien probó al portero del León con otro tiro potente, pero de nueva cuenta el cancerbero respondió de buena manera.
América tenía el control y llegaba con cierta frecuencia a la portería rival, pero no logró definir en la última jugada, mientras que León siguió con esas ráfagas tan peligrosas.
Al minuto 68, las Águilas tuvieron una de las oportunidades más claras del juego; en una internada individual de Rubens Sambueza, quien fue sembrando rivales por su paso, alcanzó a mandar el centro, el que Rey no pudo empujar a las redes.
En este juego sin pausas, el León respondió de inmediato con un tiro de Britos que provocó otra salvada de Moisés Muñoz.
Instantes después, de nuevo Sambueza se internó por la banda izquierda y volvió a sacar la diagonal retrasada, que ahora sí empalmó Rey, pero de una manera tan suave que Yarbrough tapó hasta en dos ocasiones.
El partido llegó a un punto en el que el marcador era muy corto para lo que sucedía en la cancha. Sin embargo, una genialidad de Mauro Boselli le dio una mayor ventaja a la Fiera y puso contra las cuerdas al aún campeón. El argentino sacó un soberbio zurdazo para vencer a Muñoz al minuto 76, esta anotación puso en éxtasis total a la afición leonesa.
América ya no tuvo cómo responder y así se bajó el telón del primer episodio de esta Gran Final. El campeón está tocado y el zarpazo de su rival puede ser mortal; sin embargo, en el siguiente capítulo, en el Azteca, puede venir la resurrección del monarca o el ungimiento de un nuevo rey.