[blockquote style="1"]‘Doce años de esclavitud’ y ‘La gran estafa americana’, favoritos en los premios de la Asociación de Periodistas Extranjeros en Hollywood.[/blockquote]
¿Para qué sirve un Globo de Oro? Para nada. ¿Quiénes los votan? Los miembros de la Asociación de Periodistas Extranjeros en Hollywood (HFPA), un club cerrado de unos setenta miembros. Sí, setenta tan solo. ¿Por qué son importantes? ¿Por prestigio? No. ¿Por sus elecciones? Tampoco, y a veces mirad sus candidaturas provocan cierta risa. ¿Por su ecuanimidad? Menos aún, porque esos setenta periodistas reciben prebendas de todo tipo, incluidos viajes y cualquier regalo que pueda inclinar el sentido de un voto. ¿Entonces? Porque los echan por televisión.
Desde hace una década –y se acentuado en los últimos años con Internet, primero, y Twitter, más recientemente- de septiembre a marzo se celebra la temporada de premios en Estados Unidos, y eso incluye cualquier galardón otorgado por la más risible asociación de críticos del estado más desierto que se pueda uno imaginar de los EE UU. ¿A quién le importan los gustos de los críticos de Colorado? A nadie, pero el ruido mediático que se genera sirve para alimentar la maquinaria de promoción de Hollywood, con una doble intención ulterior: la taquilla y los Oscar. Y de todos esos trofeos, el que primero logró la retransmisión nacional de su ceremonia son los Globos de Oro. Son tres horas de emisión, de publicidad gratuita. Las estrellas van para rendir pleitesía a los medios de comunicación, y porque hay cena y alcohol gratis, lo cual relaja mucho el ambiente. En realidad, con el calendario actual, cuando las candidaturas a los Oscar se anuncian el próximo jueves, con lo que los académicos ya han enviado sus votos y ningún Globo de Oro puede cambiar su decisión, no tiene ninguna influencia sobre los premios más grandes de cine.