Real Madrid se quedó sin nada que ganar en la temporada, al ser eliminado por la Juventus en la semifinal de la Liga de Campeones, tras igualar a un gol en el juego de vuelta, después de que en la ida la Veccia Signora ganó 2-1.
Al final, el global (2-3) dejó congelado al Santiago Bernabéu, que suspiraba por la “undécima ‘Orejona’”, y más porque el verdugo fue alguien surgido de su cantera, Álvaro Morata.
Morata, quien fue vendido del Madrid a la Juve, fue el autor de dos de los tres goles de la eliminatoria, siendo el del empate en el juego de vuelta, el que más dolió al madridismo.
Así, la final de la Champions League ya no fue la soñada Barça-Madrid, sino que será Juventus-Barcelona, a celebrarse el 6 de junio en el Olímpico de Berlín. El encuentro entre italianos y españoles será inédito.
El partido fue un drama para los blancos, incapaces de levantarse de la derrota sufrida en la ida. Les faltó pólvora en el área y perecieron ante un equipo muy bien trabajado.
El Madrid recuperó en su alineación a Benzema y acumuló ocasiones de gol. El tanto del Madrid ocurrió cuando James entró en el área y cayó ante la ligera carga de Chiellini. Cristiano Ronaldo transformó el penalti en tanto (23’) al vencer a Buffon.
Enseguida vinieron varios arribos blancos, no concretados, algo que después iba a pesar.
El Real Madrid comenzó flojo la segunda parte y lo pagó. En una enorme desatención defensiva, el ex merengue Morata marcó con la zurda para dejar helado al coliseo blanco (53’).
La Juventus pasó a situar ocho jugadores cerca o dentro de su área.
La entrada de Javier Hernández presagió el milagro, pero todo quedó en esperanza. Primero lo intentó Bale, luego James, el ‘Chicharito’ se sumó, pero quien nunca apareció fue Ronaldo.
El juego quedó para esa épica que tanto le gusta a la hinchada madridista, pero el partido se le acabó al Madrid.
Y ahora, con poca esperanza en la Liga local, parece que el Madrid se irá con las manos vacías.