El ex guerrillero izquierdista Salvador Sánchez Cerén y el líder derechista Norman Quijano empezaron hoy a tejer alianzas para enfrentarse en marzo en segunda vuelta por la presidencia del violento y dividido El Salvador. Sánchez Cerén, candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMNL) estuvo a punto de ganar el domingo la sucesión del presidente Mauricio Funes, primer mandatario izquierdista del país centroamericano, al obtener el 48.92%, según el 99.16% de las mesas escrutadas.
Actual vicepresidente de El Salvador, Sánchez Cerén venció por 10 puntos a Quijano, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), en unos comicios con 53.5% de abstencionismo. La llave de la victoria el 9 de marzo podría estar en manos del ex presidente Antonio Saca (2004-2009), que fue expulsado de Arena, se postuló por cuenta propia, y quedó tercero con 11.44%. Sin embargo, analistas dudan de que Saca tenga "el poder que haga que todos los que votaron por él, voten por el FMLN o por Arena", según advirtió el académico Roberto Cañas.
Sánchez Cerén, uno de los comandantes del FMLN durante la guerra civil (1980-1992), da por descontada la victoria, pero con la claridad que debe establecer "nuevas adhesiones" que apoyen su proyecto. "Vamos a trabajar en estos días que faltan (para el balotaje), por construir mayores adhesiones, yo lancé el llamado a aquellas fuerzas políticas que no se han decidido a quién apoyar y que no pueden dejar de tomar partido, que en el FMLN están las puertas abiertas", señaló Sánchez Cerén, de 69 años.
Si gana, sería el cuarto ex guerrillero que llega al poder por la fuerza de los votos, tras los presidentes Daniel Ortega de Nicaragua, José Mujica de Uruguay y Dilma Rousseff de Brasil. De su lado Quijano, confiado en que "sí se puede ganar" el balotaje, prometió una "gran batalla", pero antes dijo que replanteará su estrategia proselitista que se enfocó en ofrecer mano dura a los delincuentes.
"Tenemos que hacer un momento de reflexión, ciertamente no tuvimos la mejor campaña y debemos ser francos y honestos, siempre dijimos que teníamos vacíos", reconoció Quijano, alcalde de San Salvador y declarado anticomunista de 67 años. Su referente político es Roberto D'Aubuisson, fallecido líder ultraderechista acusado de haber formado escuadrones paramilitares para diezmar a la izquierda durante la guerra y señalado como autor intelectual del asesinato del obispo de San Salvador Oscar Arnulfo Romero en 1980.
La directora del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (UCA), Jannette Aguilar, declaró a la AFP que los salvadoreños "quieren menos guerra sucia y más contenido de cómo resolverán los problemas". "Creo que una campaña menos confrontativa y más propositiva es fundamental. La gente está hastiada de los pleitos de confrontación, de la polarización a la que nos llevan, y tenemos a un elector más crítico que demanda ofertas partidarias que están a la altura de los problemas del país", añadió.
Al mandatario que asumirá el 1 de junio le espera el desafío de lidiar con las pandillas, que pese a que mantienen desde marzo de 2012 una tregua que redujo los homicidios de 14 a 6.8 por día, extorsionan y controlan barrios enteros. Hay unos diez mil pandilleros en las cárceles y otros 50 mil en las calles.
En la campaña electoral, el candidato del FMLN ofreció profundizar los programas sociales y afrontar el problema de las pandillas con programas de reinserción a la sociedad, mientras que el aspirante de Arena prometió "mano dura". "Lo que generó es que mucha gente, por temor o porque no estaba convencida con ninguna de las dos opciones, se quedara en su casa", explica Aguilar, para quien las propuestas sobre seguridad de Arena no han funcionado en estos comicios.
Sin embargo, los programas sociales de Sánchez Cerén "siguen causando interés y apoyo, pero no son suficientes", estima la analista. El nuevo mandatario deberá atender también una economía que apenas creció 1.9% en 2013, la situación de las pensiones y sobre todos los niveles de pobreza (40.7% de los 6.2 millones de salvadoreños) y de subempleo del 30%.
"El país lo que necesita para resolver los problemas que nos afectan a todos es generar confianza, generar armonía, reglas de juego claras (...) seguridad jurídica y seguridad pública", advirtió el presidente de la Cámara de Comercio, Luis Cardenal. El Salvador, cuya economía se sustenta de las remesas de salvadoreños que viven en el exterior, tiene pocas posibilidades de contraer nuevos empréstitos, con una deuda externa que a septiembre de 2013 sumaba unos 13,800 millones de dólares, el 55.3% del PIB.
De 69 años, Sanchez Cerén es el candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la ex guerrilla convertida en partido político que llevó al poder en 2009 al presidente saliente Mauricio Funes. El candidato oficialista sería el primer guerrillero electo por el voto popular en El Salvador y el tercero en América Latina detrás del presidente de Uruguay José Mujica y de la de Brasil, Dilma Rousseff.
Fue uno de los comandantes de la guerrilla del FMLN en la guerra civil que duró 12 años y concluyó en 1992 con un saldo unos 75 mil muertos. Desangrado por la guerra civil pocos años atrás, El Salvador es hoy uno de los países más violentos del mundo con una elevado índice de criminalidad urbana. A la vez, su economía está debilitada por un magro crecimiento que ha condenado a la emigración a buena parte de su población.
Sánchez Cerén prometió ayer formar “un gobierno abierto con la participación de diferentes sectores” y mantener las políticas sociales del presidente Funes. Restaurada la paz, El Salvador tuvo cuatro elecciones generales; tres de ellas ganadas por ARENA, la alianza derechista que tiene como candidato a Quijano y que era el enemigo del FMLN en la guerra civil. Quijano, odontólogo de 67 años, propuso trabajar para conseguir “más seguridad y más empleo” y, en especial, convertir al país en una nación “libre de maras (pandillas)”.
Para enfrentar el problema, Sánchez Cerén propone programas de reinserción a la sociedad; mientras que Quijano, que acusa al gobierno del FMLN de haber “pactado” la tregua con las pandillas, prometió “mano dura”. El ex director de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Juan Vidal, advierte sobre la necesidad de que el nuevo presidente busque “un pacto nacional de consenso” para afrontar los problemas del país.
Claves
El país en cifras
-Con 6.2 millones de habitantes, de los cuales 40.7% son pobres, El Salvador está limitado en 21014 a contraer nuevos empréstitos, ya que su deuda externa equivale a 55.3% del PIB, unos 13 mil 800 millones de dólares.
-Cualquier candidato que resulte ganador en marzo deberá buscar alianzas en el Congreso de 84 escaños, que se renovará en 2015.
-En el país hay unos 10 mil pandilleros presos, pero 50 mil en las calles, aunque desde marzo de 2012 una tregua con el gobierno redujo los homicidios de 14 a 6.8 por día.