La más reciente ofrenda hallada en el Túnel de la Serpiente Emplumada, en la Ciudadela de Teotihuacán, aporta más indicios que apuntan a la existencia de entierros al final del conducto subterráneo.
El arqueólogo Sergio Chávez, al frente del proyecto, informó en conferencia de prensa que la ofrenda 48 antecede a tres cámaras funerarias que podrían contener los restos funerarios, probablemente incinerados, de gobernantes teotihuacanos.
El hallazgo bajo la Pirámide de la Serpiente Emplumada contiene miles de objetos, entre ellos cuatro esculturas de piedra verde con una altura de 65 centímetros, que estaban de pie, detalló Gómez.
“Debieron estar mirando a una parte central que corresponde con el eje de la pirámide: el punto más alto de la pirámide. Esa parte, la más importante, aún debemos explorarla”, dijo.
Las figuras -tres femeninas y una masculina, todas de rasgos teotihuacanos- están ornamentadas con joyería prehispánica elaborada en jade y piedra verde.
“Museos de México y el extranjero tienen ejemplos de estas esculturas, pero es la primera vez que las encontramos en un contexto de descubrimiento”, destacó el especialista.
Decenas de grandes caracoles procedentes del Golfo de México y el Mar Caribe, miles de cuentas de diversos materiales, pelotas de hule, huesos de grandes felinos, discos de pirita y una caja de madera repleta de conchas trabajadas y esqueletos de escarabajos son otros elementos de la ofrenda.
“Hay objetos únicos, creo que fabricados sólo para este depósito”.