En 2019, la gestión de la infraestructura para las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos fue deficiente en el control de los inventarios de la infraestructura propia y arrendada con la que cuenta Pemex Exploración y Producción (PEP) y Pemex Corporativo, señala el informe de la cuenta pública de 2019 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
El órgano fiscalizador indica también que encontró debilidades en la administración de las contrataciones efectuadas en materia de arrendamiento de plataformas y equipo modular, de ingeniería, procura y construcción, así como en la prestación de servicios, obra pública y de exploración y producción de hidrocarburos, dado que en lo relativo a los inventarios las divisiones de Pemex no acreditaron disponer de los elementos normativos para regular su actualización, administración y control.
Las anomalías encontradas por la ASF derivaron en 33 recomendaciones al desempeño de la subsidiaria, además de que, en el curso de la auditoría se emitieron oficios para solicitar la intervención del Órgano Interno de Control y de la autoridad recaudatoria con motivo de una irregularidad detectada.
Destaca el reporte que PEP y Pemex Corporativo no presentaron evidencia de la evaluación de las 856 ubicaciones técnicas registradas en instalaciones de producción de las cuatro subdirecciones de producción: Región Marina Noreste, Región Marina Suroeste, Región Norte y Región Sur.
Y respecto de las tres primeras, tampoco hubo evidencias de las ubicaciones de 294 estructuras marinas establecidas conforme a lo que reportó en el Informe Ejecutivo del Censo de Instalaciones de Producción y Estructuras Marinas del cuarto trimestre de 2019 ni se comprobó la totalidad de las ubicaciones, indica el informe de la ASF.
“Únicamente se justificó el alta o modificaron de las ubicaciones técnicas de 9 plataformas, 10 campos, 2 estaciones de servicio, 159 equipos y 18 ductos, correspondientes a las subdirecciones de producción de las Regiones Sur y Marina Noreste, sin que se remitieran los formatos de las subdirecciones de producción Región Marina Suroeste y Región Norte, ni se especificó cuántas veces se modificó la ubicación de una instalación o activo durante el año”.
La ASF también detectó deficiencias en los mecanismos de control de empleados para la administración de la infraestructura de PEP e informó que la división contó con 254 plataformas: 176 propias y 78 de las que los auditores no tuvieron certeza acera de su propiedad; además de que, del total, 173 o 68.1% se encontró en operación, 35 estuvieron inactivas y de 46 restantes no se especificó su situación.
También registró 209 campos de producción y 9 mil 725 pozos, de los que 3 mil 433 se encontró activo y los restantes 6 mil 292 se reportó cerrado o taponado, expuso la ASF.
PEP es crucial en un momento en que Pemex necesita recuperar los niveles de producción y necesita con urgencia de recursos para afrontar sus gastos de inversión y los vencimientos de una deuda que supera los 100 mil millones de dólares; entre 2015 y 2019, su producción de crudo disminuyó 27% al pasar de 2 millones 267 mil barriles diarios (bd) a un millón 661 mil barriles.
La ASF también reportó que, de los 120 equipos de perforación reportados por PEP, 72 son de su propiedad y 48 es equipo arrendado, sin que se acreditara la totalidad de las subdirecciones de producción en las que se distribuyen estos equipos en el territorio nacional, ni documentó el análisis del monto y el riesgo que implicó en el cumplimiento de sus objetivos de producción petrolera dejar infraestructura fuera de operación.
La Auditoria planteó asimismo que las cifras de la infraestructura fueron inconsistentes con las reportadas en el Informe Anual de Petróleos Mexicanos 2019, puesto que, en el rubro de plataformas, PEP informó que en 2019 dispuso de 254 instalaciones, cifra inferior en 21 plataformas respecto de lo reportado oficialmente por la petrolera.
Y en cuanto a los campos de producción, la subsidiaria registró 209, cantidad menor en 116 en comparación con lo publicado en el citado informe, que fue de 325, mientras que, en el número de pozos, el total señalado por PEP de 9 mil 725 mostró una variación superior en 2 mil 325 en comparación con el informe, que fue de 7 mil 400.
“En lo relativo a la administración de los contratos, se constató que el desempeño del proceso y tipo de contrataciones de plataformas fue deficiente, debido a que, de las 20 plataformas y 11 equipos modulares, cuyos contratos continuaban vigentes durante 2019, 26 (83.9%) se realizaron por adjudicación directa”, registró la Auditoria.
Añadió que si bien las entidades fiscalizadas acreditaron contar con la justificación para optar por emplear otros procedimientos de contratación distintos a la licitación, se identificó que en 3 casos se modificaron las especificaciones técnicas para poder adjudicar el contrato y en 100% de los casos se modificaron las tarifas de renta diaria presentadas en las licitaciones, por lo que no se aseguraron que se llevaran a cabo las licitaciones y adjudicaciones bajo los principios de igualdad y competitividad, ya que no se les presentaron las mismas condiciones para participar y más de la mitad de las contrataciones fueron por adjudicación directa.
En 2019, Pemex y PEP enfrentaban cuatro juicios provenientes de la suscripción de 4 contratos, a los que se les dictó sentencia desfavorable para PEP, la cual, en caso de materializarse, pondría en riesgo la situación económica de la empresa subsidiaria, dijo la ASF.
“En lo relativo al seguimiento y cumplimiento técnico de 162 contratos relacionados con el arrendamiento de plataformas y equipo modular; de ingeniería, procura y construcción; de prestación de servicios; obra pública y exploración y producción de hidrocarburos, suscritos en el periodo 2012-2019, PEP y PCORP (Pemex Corporativo) no informaron el nivel de cumplimiento de 77 contratos, ni acreditaron la totalidad de la documentación relacionada con la conclusión de 92, ni aportaron evidencia documental del seguimiento y administración para 92% (149) de los instrumentos, ni justificaron el pago de las penas impuestas a 8 contratos por 2 mil 105 millones 412 mil dólares, lo que representa un riesgo para que la subsidiaria disponga de los servicios y bienes necesarios para atender sus actividades sustantivas y sus compromisos superiores”.
Señaló la Auditoría que también constató que, en 2019, se careció de un diagnóstico de suficiencia de equipos de perforación y de plataformas propios y arrendados para conocer sus necesidades de la infraestructura requerida, lo que a su juicio denota que no disponen de la capacidad operativa necesaria para el cumplimiento de las metas planteadas en sus programas operativos;
La ASF vuelve a advertir un riesgo en materia de planeación estratégica y el manejo operativo y financiero de esta empresa productiva que, de no atenderse urgentemente, seguirá impactando de manera negativa en su generación de valor económico y de ingresos para el Estado Mexicano, así como en el desarrollo económico y social del país, ante un escenario de alta deuda de Pemex, baja calificación para la inversión, alta competencia en el mercado de hidrocarburos y la caída del precio del petróleo.
PEP no llevó a cabo en 2019 una planeación eficiente que le permitiera aumentar la incorporación de reservas y, con ello, revertir la tendencia a la baja de las reservas totales para así incrementar la producción de hidrocarburos de manera rentable, segura y sustentable, señaló la ASF.
PEP y Pemex Corporativo dispone de 30 días hábiles, a partir de la recepción de la recomendación, para dar a los planteamientos de la ASF, en tanto que ésta, en 120 días hábiles a partir de recepción de la respuesta deberá enviar a la Cámara de Diputados un reporte final detallando la información, documentación o consideraciones aportadas por las entidades fiscalizadas.