Elon Musk, el CEO de Tesla Motors y fundador de la empresa de cohetes espaciales comerciales SpaceX, es un «evangelista» de la tecnología. Su currículo de vida da fe de ello. Sin embargo, hay un avance tecnológico del que confiesa, teme que se puede utilizar de mala manera. Se trata de la inteligencia artificial.
«Con la inteligencia artificial estamos convocando al demonio», dijo Musk durante una charla en el MIT Aeronautics and Astronautics Department's 2014 Centennial Symposium, la semana pasada.
«Yo me inclino mucho a pensar a que debe haber una especie de regulación, quizás a nivel nacional e internacional, sólo para asegurarnos que no haremos algo muy tonto», dijo. «Con la inteligencia artificial estamos convocando al demonio. Sabes todas estas historias dónde hay un hombre con un pentagrama y agua bendida, pensando que seguro podrá controlar al demonio, pero nunca funciona así», dijo Musk haciendo una analogía sobre lo que cree que pasaría con la inteligencia artificial.
El directivo agregó que en el escenario que él se imagina, «Hal 9000», el ordenador antagonista de la novela 2001: A Space Odyssey, sería sólo un «pequeño cachorrito».
Musk ha invertido en empresas que trabajan en este tipo de avance tecnológico, no porque tenga confianza en ella sino para vigilarla. No es la primera vez que Musk expresa su preocupación sobre la inteligencia artificial.
En Agosto, Musk publicó un «tuit» en su cuenta oficial de Twitter sobre el tema. «Tenemos que ser muy cuidadosos con la Inteligencia Artificial. Es potencialmente más peligrosa que las armas nucleares», publicó en esa ocasión.