CIUDAD DE MÉXICO.- El empresario Carlos Mimenza reconoció como suyos los 25 mil dólares descubiertos y decomisados esta tarde a uno de sus colaboradores en el Aeropuerto Internacional de Cancún.
En un audio difundido por él mismo a través de las redes sociales, el empresario asegura que “no es nada grave”, que todo se trata de “un error” de su colaborador al no haber declarado la portación del dinero en la terminal aérea y que mañana demostrará que éste es de procedencia lícita.
En la grabación, que dura 56 segundos, Mimenza señala que se encuentra viajando por carretera de Puebla a la Ciudad de México, de donde pretende trasladarse mañana a Los Ángeles, California, por lo que le pidió a su trabajador llevarle de Cancún esa cantidad de dólares a CDMX.
“Fue un error de su parte. Él desconoce la ley y no declaró que llevaba el dinero. No sabía que tenía que llenar un papel y declararlo a Hacienda”, se le oye decir al empresario playense que le declaró ayer “la guerra” al Gobierno de Quintana Roo por la presunta corrupción de varios funcionarios.
existen dos documentos en torno a este caso, los cuales portaba el colaborador de Mimenza al momento de su detención por la Policía Federal adscrita a la terminal aérea.
Uno es de su credencial de elector y el otro es una carta extendida por el propio Mimenza, notificando “a quien corresponda” el traslado de la moneda americana por parte de esta persona.
La credencial del Instituto Nacional Electoral aparece a nombre de Erick Christopher Campos Millán, de 32 años de edad al momento de su expedición (2012), con domicilio en Valle de Rivas 26, Interior 1, Col. Valle de Aragón segunda sección, en Nezahualcoyotl, en el Estado de México.
El otro es una carta emitida en papel membretado de la empresa Land Oportunities Real Estate, propiedad de Carlos Mimenza y presuntamente firmada por él, la cual está fechada en Playa del Carmen hoy 9 de abril.
En ésta, el empresario y activista informa “a quien corresponda” que Erick Christopher Campos Millán transporta la cantidad de 25 mil dólares americanos, “que me serán entregados a mi persona en la Ciudad de México”.
