Luego de los escándalos en los que se vio inmerso el Príncipe Andrés, Duque de York, el Príncipe Carlos decidió no sólo quitarle todos sus deberes reales, sino que sacarlo de la familia real británica, al igual que a sus hermanos, la Princesa Ana y el Príncipe Eduardo.
La Corona británica vive un momento de tensión extrema; los problemas entre los Duques de Sussex y los de Cambridge ha pasado a segundo plano, pues ahora la prensa se ha ensañado en contra del hijo favorito de la Reina Isabel, ¡y no es para menos! pues Andrés fue acusado de mantener relaciones sexuales con menores de edad.
Si bien aún faltan 18 meses para la abdicación de la monarca, el Príncipe de Gales tiene muy claros sus objetivos y una vez que se convierta en Rey, lo primero que hará es reducir el tamaño de la familia real británica.
No se trata de un tema nuevo, era algo que el heredero al trono de 71 años ya tenía planeado, sin embargo, los recientes acontecimientos lo llevaron a tomar la decisión.
De acuerdo con la editora adjunta de Royal Central, Brittni Barger, “la crisis de Andrés definitivamente ha fortalecido el deseo del Príncipe Carlos de una monarquía reducida", por lo que se prevé que no sólo Andrés abandonará definitivamente su ‘cargo’, sino que incluso sus hijas dejarán de realizar deberes en nombre de la Reina Isabel.
Esta no sería la primera vez en la que sucede un evento como este, pues recientemente el Rey de Suecia, a causa de la presión social y política, decidió eliminar a 5 de sus nietos de las obligaciones de la monarquía.
La sociedad sueca llevaba un tiempo quejándose de los altos costos que conllevaba mantener a la cada vez más grande familia real, así que Carlos Gustavo excluyó a los hijos de Carlos Felipe y Magdalena: Leonore, Nicolas, Adrienne, Alexander y Gabriel; y estos ya no seguirán siendo mantenidos por la monarquía, no obstante, conservarán sus títulos nobiliarios.