La Cofepris en Quintana Roo, inició esta semana la verificación de más de mil 700 puntos de venta de mariscos por la alerta sanitaria emitida por contaminación de ostiones bivaldos con la bacteria saxitoxina, toxina neuromuscular que actúa directamente sobre el sistema nervioso periférico.
Miguel Alejandro Pino Murillo, director de la Comisión Federal de Protección Contra Riesgo Sanitario (Cofepris), informó que se trata de una alerta nacional, pero en el caso de Quintana Roo es la primera vez que se muestrea para corroborar que no se venda producto contaminado.
La semana pasada se declaró la alerta en los moluscos, especialmente los ostiones, por lo que pidió a la población abstenerse de consumirlos hasta que salgan los resultados de la verificación. “Ahorita estamos realizando en todos los restaurantes de mariscos una revisión, apenas la semana pasada se declaró una alerta del tema del ostión que al parecer hay una contaminación de una bacteria del molusco bivalvo, por el cual se hace un monitoreo en todo los comercios que expendan el producto”, indicó.
En el centro del país se han registrado casos, específicamente en el pacifico, de producto que se teme haya bajado al sureste por medio de importaciones y exportaciones, por ende se inició el monitoreo en todos los expendios de mariscos.
En caso de que se observe la existencia de ostiones bivaldos, se hará una invitación a los comerciantes para que eviten comprar producto. Pino Murillo, indicó que en una semana deben de estar emitiendo los resultados de las verificaciones realizadas.
“La bacteria es un tipo de parásito que puede causar infecciones, no es grave pero deben de atenderse medicamentos"
“La bacteria es un tipo de parásito que puede causar infecciones, no es grave pero deben de atenderse medicamentos. Este no se había detectado en el país, es de procedencia asiática, y se trata con antivirales”, explicó.
Los síntomas de la infección
Reyna Chan Jiménez, encargada de la distribuidora de pescados y mariscos en la ciudad capital, señaló que los productos del mar que llegan a Chetumal, vienen de Yucatán, San Francisco y Ciudad del Carmen, Campeche; de esta última, llegan los ostiones.
Sólo en su establecimiento, hay 80 bolsas (de un kilo aproximadamente), del producto que bajan semanalmente con un precio de hasta 150 pesos la bolsa, mientras que de pescado son 500 kilos los que distribuyen, y de mariscos en general una tonelada semanalmente. “Los ostiones que vienen contaminados son los que están en su concha, nosotros estamos vendiendo sin concha”, destacó.
La saxitoxina, es un síndrome característico, de predominio neurológico, sus efectos se pueden sentir en los primeros cinco a 30 minutos después de la ingesta del ostión infectado.
En su forma más leve, los síntomas son parestesias (hormigueo), en la boca y las extremidades, acompañadas de afectación del tubo digestivo, que suelen ceder en unos días, además dolor de cabeza, mareos, vómitos y diarreas.
En los casos graves puede aparecer ataxia (dificultad de movimiento), disfonía (cambios en las cuerdas bocales), disfagia (dificultad para tragar), parálisis muscular y dificultad respiratoria, con posibilidad de muerte por parálisis respiratoria entre las dos y 24 horas posteriores a la ingestión. Dichas toxinas se concentran durante los episodios de proliferación.