CANCÚN, Q. R. — La meca turística de México enfrenta una alerta seria: la llegada de visitantes internacionales a Cancún muestra señales de enfriamiento, mientras el Caribe dominicano —encabezado por Punta Cana— consolida un auge que podría arrebatarle parte del liderazgo regional en los próximos meses.
Competencia al alza
Empresarios y especialistas del sector advierten que la competencia se endurece. El dinamismo de los destinos dominicanos, sumado a políticas migratorias más ágiles y una promoción internacional más agresiva, está inclinando la balanza a su favor. Mientras tanto, Cancún acusa los efectos de trámites lentos, visados complejos y una percepción de saturación en infraestructura y servicios.
El flujo de pasajeros internacionales hacia el Aeropuerto de Cancún, que durante años marcó récords, ha comenzado a estabilizarse e incluso a mostrar ligeros descensos, contrastando con el crecimiento sostenido de la República Dominicana.
Factores clave del declive
Entre los principales detonantes, destacan los retrasos en la implementación de un visado electrónico para mercados clave como Brasil, así como la falta de incentivos a nuevas aerolíneas que fortalezcan la conectividad directa con Sudamérica y Europa.
A ello se suman problemas de movilidad local, sobreoferta hotelera en ciertas zonas y el impacto de políticas ambientales mal comunicadas que han generado incertidumbre entre inversionistas.
Riesgos para el Caribe Mexicano
Cada punto porcentual que Cancún pierde en participación turística repercute directamente en miles de empleos y en la economía de todo el estado. La caída en la ocupación hotelera afecta la derrama económica de restaurantes, transportistas, touroperadores y comercios locales.
De continuar la tendencia, Quintana Roo podría enfrentar una desaceleración turística más profunda de la prevista, con impactos en la recaudación fiscal y la inversión privada.
La oportunidad de reaccionar
Aun así, Cancún mantiene cartas fuertes. Su conectividad global, infraestructura consolidada y prestigio internacional son ventajas que pueden sostenerse si se actualizan las estrategias. Expertos insisten en acelerar la digitalización de trámites migratorios, diversificar mercados emisores y reforzar la promoción de experiencias culturales, ecológicas y gastronómicas únicas del Caribe Mexicano.
Conclusión
Cancún sigue siendo una joya turística, pero el brillo del Caribe ya no es exclusivo. El desafío está en reinventarse con visión, rapidez y eficiencia. La competencia no espera, y mientras Punta Cana avanza con paso firme, México tiene que demostrar que su principal destino no es solo un clásico, sino un modelo que sabe adaptarse a los nuevos tiempos.



