Ante sus militantes y la sociedad en general, la imagen del Partido Acción Nacional (PAN) “está maltrecha, podríamos decir que está disminuida, pero de ninguna manera perdida, de ninguna manera desaparecida”, le declaró a “el Sol de México” la encargada del proceso de renovación de la dirigencia nacional de ese partido, Cecilia Romero Castillo.
La exdirigente nacional aclaró que son más que un grupo político, son sus ideales, sus valores, su doctrina y su tradición, que lamentablemente se dejaron de poner en práctica y por eso el panismo parece que dejó de ser una opción para el electorado.
Y es que, el PAN está en pleno proceso de renovación de su Comité Ejecutivo Nacional, después de prácticamente ser avasallado en las elecciones del 1 de julio pasado; en la lista se nombra a Marko Costés, Rafael Moreno Valle, Miguel Márquez, José Luis Preciado, Roberto Gil Zuarth, Héctor Larios y Antonio Adame; el reto más grande que tiene quien llegue a la presidencia del partido, es la reconciliación de la militancia, primero curar hacia adentro para después curar hacia afuera.
Aquí en Quintana Roo, la dirigencia que encabeza Juan Carlos Pallares Bueno se ha portado tibia con los militantes que le hacen daño al partido, no solo por traicionar sus ideales, sino por estar sumidos en presuntos actos de corrupción, como se demuestra en el Congreso del Estado, donde el presidente de la Gran Comisión, Eduardo Martínez Arcila ha sido señalado por la Asociación Civil “Somos tus ojos” como uno de los más corruptos al no transparentar más de 100 millones de pesos que se manejan de manera discrecional cada año en ese Poder Legislativo.
Contrario al dirigente estatal panista, el secretario general del partido, Mario Rivero Leal es uno de los autocríticos más acertados, pues considera que es necesario “disculparse” con la sociedad y mostrar un lado más humilde de los militantes de Acción Nacional, esto por los resultados obtenidos en la pasada elección.
Se lanzó duro contra los que se creen “iluminados” y tocados por Castillo Peraza (QEPD) toda vez que durante siete años el PAN fue elitista, no vinculó sus estrategias sociales y tampoco postuló a los mejores candidatos a puestos de representación popular, así que tienen que corregir el rumbo, pues no existe una vinculación del gobierno del estado con los ideales del panismo.
Pero el pecado del PAN en Quintana Roo, es olvidarse del sector juvenil, por ello es que les faltan cuadros políticos discipulados con la doctrina panista; hicieron a un lado a los cuadros importantes con capacidad de convocatoria, como Sergio Bolio Rosado, a quien dejaron ir sin más; o Patricia Sánchez Carrillo, que aunque digan lo que digan, le da equilibrio a su partido.
Eso sí, Mario Rivero Leal anticipó que en breve el CDE del PAN se reunirá con el jefe del Ejecutivo Estatal para hacerle observaciones en torno a su gestión, puesto que no todos sus colaboradores van en la sintonía esperada y de considerar prudente, hacer los cambios necesarios. Entre ellos destaca la labor del fiscal general del Estado, Miguel Ángel Pech Cen, pero no es el único. Al tiempo.
SASCAB
Perla Tun Pech no puede detener más el proceso de entrega recepción que se debe dar, pues aunque quiera ocultar acciones de su gobierno que no están nada transparentes, cuando llegue la nueva administración, pues simplemente podrá hacer una auditoría, o solicitar a la Auditoría Superior del Estado los estados de las cuentas públicas de la presidente saliente.