Pese a que diputados de las izquierdas bloquearon el acceso al salón de plenos y tomaron la tribuna de la Cámara, se habilitó en San Lázaro un recinto alterno para votar la minuta
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de diciembre.- Con 354 votos en favor y 134 en contra, PRI, PAN, PVEM y Nueva Alianza aprobaron anoche en la Cámara de Diputados, en lo general, la minuta de la Reforma Energética avalada por el Senado de la República, pese al cerco que instaló el PRD en el exterior e interior de la sede legislativa.
En el curso de hoy, se tenía previsto resolver las más de 350 reservas de la reforma que interpusieron los legisladores opositores.
Desde las 07:15 horas de ayer, diputados del PRD, PT e integrantes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) bloquearon los accesos al recinto de San Lázaro, lo que complicó la llegada de legisladores quienes, en algunos casos, tuvieron que llegar a pie, despojarse de cualquier distintivo que los pudiera identificar e, incluso, disfrazarse de policías.
Cuando faltaban 15 minutos para el arranque de la sesión, los inconformes tomaron la tribuna y bloquearon los accesos al salón de plenos con cadenas, candados y curules apiladas a modo de trincheras.
Las acciones de la izquierda tensaron el ambiente; los impulsores de la reforma votaron la minuta en un auditorio en el interior de San Lázaro, acondicionado como sede alterna. Hasta el cierre de la edición, se mantenían los bloqueos.
Sortearon cerco y toma de tribuna
La izquierda aplicó el factor sorpresa mientras la Junta de Coordinación Política definía la ruta a seguir
El cerco foráneo del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y el bloqueo al salón de sesiones por legisladores de izquierda obligaron a la Cámara de Diputados a sesionar en un auditorio alterno y retrasar el debate de la Reforma Energética.
Pese al reforzamiento del operativo de seguridad que se aplicó en San Lázaro en el arranque de la semana, los contingentes de Morena taparon diversos accesos vehiculares desde las 7:15 de la mañana.
Esto complicó la llegada de los legisladores, quienes debieron ingresar por su propio pie, despojarse de corbatas y distintivos en algunos casos, a fin de sortear a los inconformes.
Auxiliados por granaderos y camiones, los diputados consiguieron burlar el cerco. Consecuentemente fueron pasando lista a cuenta gotas, sin conseguir el quórum a las doce del día, hora a la que se había citado para la sesión. Para entonces había menos de 150 registrados en el tablero electrónico.
En espera de una mayor asistencia y de un acuerdo en la Junta de Coordinación Política (Jucopo) sobre cómo abordar la minuta de Reforma Energética enviada ayer mismo por los senadores, se pospuso la convocatoria del pleno para las 14:30 horas.
Cuando faltaban 15 minutos para el arranque de la sesión y 399 diputados habían pasado lista, un grupo de diputados del PRD, Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano tomó la tribuna del recinto y bloqueó los seis accesos con cadenas, candados y curules que fueron apilados a modo de trincheras.
Hubo empujones, gritos, tensión. Desplegaron una manta en la que se leía “Traidores” y se opusieron a que representantes del PRI y del PAN se mantuvieran en el salón de sesiones.
Acompañados del secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, los legisladores argumentaron que así impedirían “la privatización de Pemex”, y hablaron de realizar una huelga de hambre hasta conseguir que la consulta popular sobre la Reforma Energética se aplique ya y no hasta 2015.
La acción de los legisladores de izquierda tomó por sorpresa al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara, Ricardo Anaya Cortés, quien había convocado a los representantes de los medios para informar de los resolutivos de la Jucopo sobre el debate energético.
Reporteros y camarógrafos abandonaron en estampida el lugar donde hablaría el diputado del PAN para dar seguimiento a la protesta que logró congregar a 50 perredistas y una decena de representantes del PT y Movimiento Ciudadano.
Entre los participantes figuraron los perredistas Aleida Alavez, vicepresidenta de la Mesa Directiva y al frente del grupo Izquierda Democrática Nacional (IDN), que encabeza René Bejarano; José Luis Muñoz Soria, Gloria Bautista, Socorro Ceseñas, Lizbeth Rosas, Karen Quiroga Anguiano, Roberto López, Malú Mícher, Carlos Reyes Gámiz, Carlos Antonio Altamirano y Javier Orihuela.
Del PT se sumaron Lilia Aguilar Gil y Loreta Ortiz Ahlf. Y Alfonso Durazo y Luisa María Alcalde Luján, entre otros, por Movimiento Ciudadano.
Las barricadas con curules llegaron hasta la puerta que une al salón de sesiones con la sala de prensa. La diputada Quiroga Anguiano –quien a finales de 2012 también protagonizó la toma de tribuna para intentar evitar la aprobación de la Reforma Laboral— advertía que los reporteros que lograran saltar la pila de sillas –algunas rotas durante la protesta— ingresarían por su cuenta y riesgo, ya que después no podrían salir.
Una vez que ofrecieron declaraciones a la prensa sobre el propósito de la protesta, los inconformes se relajaron. Incluso algunas diputadas se tomaron fotos para subirlas a redes sociales.
Gritaron consignas: “Peña Nieto, entiende, el petróleo no se vende”, “Rendirse, no es opción”. Nombraron a legisladores del PRI y del PAN, así como a sus dirigentes, para corear enseguida el estribillo de “¡Traidor a la patria!”.
Después pasaron lista a cada uno de los involucrados en la protesta, añadiendo la frase “¡Defendiendo a la nación!”.
La protesta, organizada al margen del coordinador del grupo, Silvano Aureoles, incluyó alusiones en contra de la dirigencia del PRD a cargo de Jesús Zambrano.
Fue la diputada Gloria Bautista quien incluyó en el pase de lista a Jesús Ortega, líder de la corriente hegemónica el PRD, Nueva Izquierda, mejor conocida como Los Chuchos.
El diputado Muñoz Soria le hizo segunda: “Chingando a la patria”.
Hasta el cierre de esta edición, los diputados mantenían el bloqueo al salón de sesiones de San Lázaro.
Rompieron el proceso legislativo: Beltrones
El bloqueo del salón de plenos de la Cámara de Diputados por parte de representantes de la izquierda generó el reclamo del jefe del grupo parlamentario del PRI, Manlio Fabio Beltrones, a su homólogo del PRD, Silvano Aureoles.
“Cuando los coordinadores parlamentarios son incapaces e insuficientes, o no tienen la autoridad para comunicarse con su bancada sobre los procedimientos, es la hora que el pleno diga lo que hay que hacer, y es por eso que nos encontramos aquí”, soltó el priista.
En el inicio de la sesión –realizada en el auditorio del edificio E de San Lázaro— Beltrones pidió la palabra para responder al planteamiento hecho por el diputado del PRD Fernando Belaunzarán, de debatir la Reforma Energética en las comisiones correspondientes y no apresurar la votación en el pleno.
Beltrones informó entonces que antes de la toma de la tribuna y del cierre de las seis puertas del recinto, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) había resuelto ceñirse al tradicional proceso legislativo, canalizando la minuta enviada por los senadores a las comisiones de Puntos Constitucionales y de Energía.
Argumentó que dicho propósito se frustró una vez que algunos diputados “decidieron secuestrar el recinto parlamentario”.
Fue entonces que marcó la ruta que habría de seguirse: desahogar en la sesión el debate de la reforma en lo general y en lo particular.
“Que nadie se atreva a mentir: estábamos en la conversación para el envío a comisiones de la minuta que llegó del Senado. Y no hemos podido resolver los coordinadores parlamentarios, por incapacidad, insuficiencia o desorden, lo que conviene al Congreso y a la Cámara de Diputados”, criticó el priista.
“Entonces, es la hora que el trámite y procedimiento legal y constitucional lo resuelva este pleno, y que este pleno sea el que diga lo que hay que hacer. No hay más autoridad que el pleno”, definió Beltrones.
Atribuyó a la toma del recinto la decisión de dispensar los trámites legislativos y acelerar la aprobación.
Calificó la protesta como una decisión arbitraria y violenta que habían lastimado a otros legisladores, y aprovechó su intervención para exaltar la forma en que se había realizado el debate en el Senado, donde los perredistas se mantuvieron en el recinto.
“Miente, miente aquel que diga que el día de hoy se iba a dejar de mandar a comisiones, a su consideración, la minuta que el Senado resolvió”, expuso el jefe de la bancada mayoritaria.
Más tarde, al fijar postura en nombre de su partido, Aureoles, justificó las protestas: “No nos equivoquemos, nadie nos puede obligar o forzar a que la discusión se tenga que dar de manera atropellada cuando podemos recuperar el cauce legal del proceso legislativo”.
“Yo comprendo la situación de algunos compañeros, pero si nos queremos quedar aquí, pues aquí nos podemos quedar. Cuál es la preocupación, pero turnemos la minuta que llegó del Senado a las comisiones correspondientes.”
El “aquí nadie pasa” fue también para los perredistas
Fue a las 6:15 de la mañana cuando decenas de morenistas comenzaron a levantar sus tiendas de campaña. Mientras escuchaban el himno de la Internacional Socialista, algunos tomaban el café que habían preparado sus compañeros. Las pantallas gigantes en la Glorieta de Colón y en el Parque Luis Pasteur continuaban con la transmisión de la sesión del Senado en la que después se aprobó la reforma energética.
Los jóvenes habían permanecido en vela, gritaban consignas y en ocasiones golpeaban la muralla metálica instalada en las inmediaciones del Senado de la República.
Hacia las siete horas, la dirigencia del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) afinaba su plan de acción: un grupo se dirigiría a la Cámara de Diputados para tratar de impedir el paso a los legisladores, mientras otro esperaría afuera del Senado el final del debate.
Después de las 10:00 horas, Martí Batres anunciaba el final del cerco al Senado y convocaba a los seguidores del movimiento creado por Andrés Manuel López Obrador a continuar con las acciones de lucha y protesta afuera de San Lázaro.
Andrés Manuel López Beltrán, hijo del convaleciente fundador de Morena, arribó al mediodía a las inmediaciones de la Cámara de Diputados, donde él y sus acompañantes tuvieron leves altercados con la policía, quienes los empujaron para evitar que atravesaran el cerco de seguridad.
El reloj marcaba las 12:45 horas. La diputada perredista Teresa Mojica llegó acompañada por su equipo de trabajo a una de las calles por las cuales se podía ingresar al Palacio Legislativo, pero un grupo de Morena le impidió el paso, pues la instrucción era que ningún diputado debía pasar para evitar que se lograra el quórum.
En medio de gritos como “¡Fuera chuchos!” o “¡Nadie pasa!”, la legisladora argumentaba que la bancada perredista requería su presencia, pero ni ésta ni otras explicaciones convencieron a quienes formaban el cerco. Mojica no pasó.
Otros legisladores usaron disfraces, como el panista Homero Niño de Rivera, quien se vistió de policía para ingresar. Otros entraron a bordo de motocicletas u otros vehículos de la policía capitalina.
La supervisión del cerco la realizaba Martí Batres o Andrés Manuel López Beltrán en bicicleta, pues grandes distancias separaban cada uno de los diez puntos estratégicos en lo que los integrantes de Morena se habían congregado para impedir el paso.
A las siete de la noche, Batres, presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, aseguró que la movilización fue un éxito, a pesar de la poca participación de simpatizantes y de algunos empujones con la policía.
Batres anunció que los morenistas pernoctarían en los alrededores de la Cámara de Diputados y seguirán la discusión desarrollada en el recinto legislativo. Sin embargo, algunos prefirieron retirarse, pues consideraron el lugar como poco seguro.
“De todas maneras vamos a agotar todas las instancias y este proceso legislativo no ha terminado. Primero fue el Senado, luego la Cámara de Diputados, y luego seguirán todos los Congresos locales”, amenazó.
Ante la ausencia de pantallas gigantes, los seguidores de Morena seguían la sesión mediante sus teléfonos celulares.
Por momentos había quien deseaba practicar su oratoria y pronunciar discursos en contra de los diputados del PRI y el PAN y en contra de la Reforma Energética, que a unos cuantos metros era analizada y discutida por los legisladores.
Hay mucha tela de dónde impugnar: PRD
Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD, aseguró que el procedimiento legislativo en la Cámara de Senadores ofrece muchas vetas para impugnar las decisiones que se tomaron durante el debate de la Reforma Energética.
“Empiezan con un dictamen, a mitad del proceso ponen otro y en el camino ponen otro. Ya no se han detenido para cometer agravios hasta contra la propia normatividad y contra la legalidad interna que se ha dado en el Senado”, expuso Zambrano, quien destacó la lucha de los senadores de su partido contra esa reforma.
Además de resaltar que ahora es el turno de apoyar a los diputados perredistas, anunció la estrategia “del 15 al 15”, para con una consulta popular echar abajo las modificaciones a la Constitución en el rubro energético, en caso de que se concrete el proceso de aprobación.
El plan consiste en que a partir de este 15 de diciembre y hasta las elecciones intermedias de 2015 se informará a la ciudadanía sobre los efectos negativos de esta reforma, para que la población sea consultada y decida si se derogan o no las modificaciones.
“A partir del 15 de diciembre, que concluye este periodo ordinario de sesiones, y hasta el 2015 vamos a trabajar para que la gente se informe más y participe ampliamente.
“Yo estoy convencido de que en 2015 la gente va a participar como si fuera una elección presidencial, es decir, vamos a tener con toda seguridad más del 50 por ciento de participación de la lista nominal de electores”, sostuvo el líder perredista.