Ciudad de México.— El brillo de Miss Universo se tiñe de escándalo tras revelarse que su copropietario, Raúl Rocha Cantú, empresario regiomontano, firmó un acuerdo de testigo protegido con la Fiscalía General de la República (FGR), luego de confesar que el certamen fue adquirido con dinero proveniente del narcotráfico.
De acuerdo con información de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), la compra de Miss Universo fue financiada con recursos de los cárteles del Golfo, Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Choquiza y La Unión Tepito, quienes utilizaron al empresario como intermediario para lavar millones de dólares a través del espectáculo y sus empresas fachada.
Las investigaciones federales señalan que Rocha Cantú operaba una red de negocios en Monterrey, Cancún, Ciudad de México, Houston, Miami, Panamá y Madrid, desde donde se movían capitales ilícitos provenientes del tráfico de drogas, armas y combustible. A través de corporativos energéticos, inmobiliarias y agencias de entretenimiento, el empresario triangulaba recursos con apariencia de inversiones legítimas.
La FGR documentó que parte del dinero utilizado para adquirir Miss Universo en 2023 fue transferido desde cuentas bancarias radicadas en Texas y Panamá, utilizando contratos de patrocinio y producción televisiva como fachada. Los fondos, provenientes del crimen organizado, fueron canalizados hacia empresas vinculadas a Rocha Cantú en Monterrey y Cancún, donde mantenía oficinas de “representación artística” que en realidad funcionaban como nodos financieros.
El magnate, hoy bajo resguardo federal, admitió además haber negociado directamente la venta de armas de alto calibre a los cárteles mencionados. Los envíos se realizaban desde bodegas ubicadas en Veracruz, Tabasco y Tamaulipas, y el armamento era distribuido a las facciones criminales que operan en el centro y norte del país.
Con su testimonio, Rocha Cantú busca beneficios procesales, aunque su declaración ha destapado una red de corrupción que alcanza a políticos, empresarios y funcionarios de alto nivel. “El glamour fue solo una pantalla”, reconoció el propio testigo durante su comparecencia.
La FGR mantiene bajo reserva los nombres de los cómplices identificados, pero fuentes judiciales anticipan nuevas órdenes de aprehensión en los próximos días.
El caso Rocha Cantú deja al descubierto cómo el narcotráfico penetró el mundo del espectáculo internacional, comprando legitimidad y prestigio con dinero manchado de sangre. Miss Universo, símbolo global de belleza, se convirtió así en el escenario más brillante del crimen organizado.




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