La locura desatada por Flappy Bird, que aún sorprende por los aparentemente anodino del título, sigue adelante y muchos desarrolladores han intentado aprovechar la marea para presentar su propia edición del juego.
Sin embargo, Apple y Google parece que se han cansado de esta invasión de clones del juego de marras y estarían rechazando y eliminado de la App Store y Google Play las infinitas versiones, cambiando casi siempre de animal protagonista. Ken Carpenter, desarrollador del estudio Mind Juice Media indicaba a través de su cuenta de Twitter que su aplicación Flappy Dragon había sido rechazada por los responsables de la tienda de Cupertino al mismo tiempo que había desaparecido de Google Play.
En el caso de Apple, el desarrollador recibió un mensaje en el que la compañía californiana justificaba su decisión en que “el nombre de la app intenta aprovecharse de una aplicación popular”. Por otra parte, Google no ha dado más explicaciones a Carpenter que la violación de los términos y condiciones de Google Play.
La conversación generada por el desarrollador con su tweet desvelaba que no era el primero, y probablemente tampoco el último, afectado por esta nueva postura de ambas compañías que según la compañía Kuyi Mobile es un caso que ha ocurrido, al menos, con otros tres desarrolladores más.
Cómo ha indicado un airado Carpenter, existen cientos de clones con y sin el “Flappy” en el nombre que, además, están en los primeros puestos de las descargas de las tiendas online de ambas. En concreto en España vemos a Pájaros Torpes – Clumpsy Birds – o Ironpants, que están ya por delante en descargas de grandes éxitos como Candy Crush Saga en Google Play, mientras que en el App Store nos encontramos a Splashy Fish.
Por otra parte, parece que muchos desarrolladores intentan solventar este problema cambiando el nombre de su aplicación, como ha ocurrido con Flappy Bee que ahora es Jumpy Bee, pero según indica Carpenter, ni cambiando el nombre de su aplicación ha sido aceptada.
Postura polémica pero comprensible
Es cierto que, quizás, la acción a la defensiva de Apple y Google a estas alturas puede parecer injusta ya que mientras empiezan a bloquear algunos títulos otros siguen cosechando éxito, descargas y, no olvidemos, dinero a expensas de la fama del desaparecido Flappy Bird mientras se le niega esto a otro.
Por otra parte, es también una postura comprensible para mantener cierto orden y calidad en ambas tiendas de aplicaciones que corrían el peligro de saturarse de este tipo de aplicaciones que ocultaran por su popularidad otros tipos de contenidos que tanto a los de Mountain View como a los de Cupertino les interesa destacar.