Cancún, Quintana Roo.– Lo que parecía ser una tranquila noche de diversión en una plaza comercial de la zona hotelera de Cancún se convirtió en minutos de angustia, cuando la rueda de la fortuna presentó una falla que obligó a detener el juego y movilizó a los cuerpos de emergencia.
Los primeros testigos relatan que, al percatarse de la situación, comenzó la incertidumbre entre los visitantes y turistas, mientras algunos ocupantes permanecían en lo alto de la atracción. De inmediato se activaron los protocolos de seguridad y, en cuestión de minutos, arribaron al lugar unidades de Bomberos Cancún, Protección Civil y rescatistas, quienes organizaron un operativo coordinado para controlar la emergencia.
Con maniobras precisas y bajo la mirada expectante de decenas de curiosos, los equipos especializados trabajaron para salvaguardar la integridad de las personas presentes. La tensión se transformó en alivio cuando, uno a uno, los ocupantes fueron descendiendo sin que se registrara ningún incidente grave.
“Todas las personas del lugar se encuentran a salvo”, confirmaron las autoridades al concluir el operativo, subrayando que la rápida respuesta evitó consecuencias mayores.
La zona volvió poco a poco a la calma, aunque el eco de la emergencia dejó en claro la importancia de los protocolos de seguridad en uno de los puntos turísticos más concurridos de Cancún.



