Escuche mientras lee: California, con la voz única de Debby Boone: “California where the sun is warm where the wings from Santa Ana make you feel like you belong” -ironic isn’t it?-.
Dedicado con toda la solidaridad, afecto y empatía a los ciudadanos de Los Ángeles quienes viven un auténtico infierno. El mundo entero sufre con ustedes su tragedia, todos, menos Donald Trump. Estados Unidos implosiona. Los ciudadanos padecen en este momento, diversas crisis: la de las adicciones, que mataron, tan solo en el año 2022, a más de 107 mil norteamericanos; la económica, en especial en el tema de la vivienda que tiene a cientos de miles de americanos viviendo en hoteles, sus vehículos, o en la calle - homeless-. De los servicios médicos, que están en manos de las aseguradoras, las cuales han defraudado a niveles superlativos a los ciudadanos, situación que generó el asesinato de Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare, a manos de Luigi Mangione; de transporte público, decenas de líneas de autócares que movilizan a la clase trabajadora están cerrando rutas por problemas económicos en esas empresas y los edificios terminales en diversas ciudadaes, son ahora edificios de departamentos; radicalización de conflictos de odio racial, entre otras. Pero ninguna como la lenta desaparición de la Ciudad de Los Ángeles por la voracidad de las llamas. Resulta muy triste ver cómo se consumen viviendas, en especial súper residencias en los suburbios de Los Ángeles, de los extremos hacia el Downtown.
Miles de viviendas han desaparecido y los vientos extremos, atípicos y la falta de lluvias, potencializan la tragedia. Se habla ya de la posibilidad de que dichos incendios, los cuales iniciaron en puntos equidistantes en relación al centro de Los Ángeles, hayan sido provocados y que, las condiciones especiales por la presencia de fuertes vientos, han dado como resultado la escenificación del mismísimo infierno.
TRUMP EL INDOLENTE PLUTÓCRATA
Mientras esta tragedia la padecen los ciudadanos, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se encarga de declarar una sarta de auténticas estupideces como: castigar a México y a Canadá con aranceles a sus productos, anexar como estado 51 a Canadá, cambiar de nombre al Golfo de México, arrebatar el Canal de Panamá a sus legítimos dueños, los panameños; pretender comprar el territorio de Groenlandia, es más, envió a sus hijos en su propio avión a la isla que pertenece a Dinamarca, a fin de comprarla… ha hecho de todo, excepto, apoyar, solidarisarse, atender las necesidades de quienes hoy, viven una terrible tragedia. Estados Unidos tiene sus recursos invertidos en hacer la guerra en el resto del mundo: en Medio Oriente, en Europa oriental a través de la OTAN, en Asia -Taiwan y Corea-; en financiar a la oposición en países democráticos (México, Colombia, Brasil, Chile, Bolivia, Honduras, Venezuela, Cuba, entre otros), mientras en su territorio, las mayorías padecen la peor crisis económica. Donald Trump, el presidente electo que, no sólo es un gandalla, maledicente, xenófobo -aunque proviene de una familia de inmigrantes-, racista, un empresario que se ha valido siempre del tráfico de influencias y el fraude para acrecentar su inmensa fortuna, un sujetoide declarado culpable en 34 cargos criminales, incluído el escándalo por su relación con la actriz porno Stormy Daniels. Trump representa el extremo de la plutocracia que carece por completo de ética, de moral y sobre todo, de afán democrático.
DEFINA USTED IRONÍA
Este magnífico actor, quien en pleno paroxismo advirtió que urgaría hasta en las casas de los ciudadanos americanos -hasta en las narices de su propia progenitora- a fin de localizar a migrantes, -o aquellos a quienes él considere migrantes indeseables (latinoamericanos, musulmanes, ‘negros’-, para enviarlos a todos a México, enfrentará de inmediato, luego de haber tomado protesta como presidente, la crisis por la falta de mano de obra para reconstruir Los Ángeles. Estados Unidos depende de la mano de obra latinoamericana y en especial de la mexicana. Si ya la sola idea de que EEUU careciera de migrantes habría puesto a temblar a los productores del campo, a la industria restaurantera -en especial la newyorkina-, a la industria de la construcción, hoy, con un déficit de casas por el incendio en Los Ángeles, el reto es inconmensurable. Lo que no informan los medios tradicionales, es la creciente impopularidad del señor Trump, aun antes de protestar como presidente. El poder económico, el que dicta la política a seguir, se ha distanciado del magnate, un ejemplo, Ford Motor Company y las empresas que paulatinamente se sumarán a la enemistad con Trump. Los beneficios resultados de las políticas supremacistas e imperialistas, en Estados Unidos, el subsidio del Estado, las exenciones de impuestos y las presiones a otros países para que consuman sus productos, se dividen de la siguiente manera: no menos del 50 por ciento para la industria armamentista estadunidense, cuyos mejores clientes son países como Ucrania, Israel, los países miembros de la OTAN; los cárteles de drogas y la delincuencia organizada en México. Un representativo porcentaje para el financiamiento de la ultraderecha en América Latina, a través de la USAID y un abultado porcentaje más para devolverle el favor del financiamiento de la campaña presidencial al señor Elon Musk. Pero entonces quedaron fuera empresas que tradicionalmente gozaron de estos beneficios como Ford, Chevrolet o Stellantis, empresas que no solo serán superadas en ventas por marcas chinas, en especial BYD, sino que, en México tenderán a desaparecer, gracias a que se ha comenzado con el diseño, fabricación y venta de vehículos eléctricos con precios muy por debajo de cualquier competencia. Esto, provocará un sisma en el poder económico en EEUU. Pero eso no es todo, la industria armamentista también está en riesgo, pues una vez que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha reconocido que el 75 por ciento de las armas que llegan a manos de los cárteles de la droga en México provienen de EEUU, su Gobierno estará obligado a garantizar que se frene la venta indiscriminada de armas, si es que el Gobierno de Trump pretende negociar temas fundamentales de la agenda con México. El futuro de la administración de este racista y gandalla personaje es turbio y su fracaso, representa la caída más precipitada del Imperio. Todo esto sumado a las consecuencias de su política internacional, de la cual hablaremos en otra entrega de Ocho por Radio.
Hasta entonces, Ciao