La megabanda criminal venezolana Tren de Aragua, liderada por Héctor “Niño Guerrero” Guerrero Flores, ha consolidado su presencia en México, extendiendo sus operaciones a 11 entidades del país. El grupo criminal se ha involucrado en delitos como tráfico de migrantes, trata de personas, extorsión, narcomenudeo, secuestro y homicidio.
Entre los estados donde se ha identificado su actividad delictiva se encuentran Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Hidalgo, Puebla, Estado de México, Guanajuato, Ciudad de México, Tamaulipas y Chihuahua. Aunque el Tren de Aragua no posee la estructura militar ni el poderío territorial de los grandes cárteles mexicanos, ha encontrado una forma de operar mediante alianzas estratégicas con organizaciones como el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y células de la Unión Tepito.
El surgimiento de estas colaboraciones representa una seria amenaza para la seguridad pública y la gobernabilidad. La penetración de una organización originaria de Venezuela, conocida por su movilidad táctica y agresividad, ha complicado los esfuerzos de las autoridades mexicanas. La reciente designación del Tren de Aragua como grupo terrorista por parte de Estados Unidos intensifica la presión internacional y regional sobre este fenómeno criminal.



