La recuperación de la economía mexicana tras la recesión global generada por el Covid-19 será la peor de entre las 20 economías más grandes del mundo, debido a la limitada respuesta del Gobierno, afirmó Moody's.
Mientras que los países del G20 se contraerán en conjunto 4 por ciento este año, para 2021 tendrán un rebote de 4.8 por ciento en promedio. Sin embargo, México tendrá la segunda peor caída, de 7 por ciento en 2020, y el peor rebote en 2021 con un crecimiento estimado de 2.2 por ciento. La economía con peor crecimiento en 2020 será Italia, con una contracción de 8.2 por ciento, pero para el próximo año se prevé crezca 4.9 por ciento.
México se destaca en lo limitado de su respuesta ante el Covid-19 incluso frente a países de América Latina, afirmó en entrevista Ariane Ortiz-Bollin, analista de la deuda soberana de México en Moody's. "Estamos esperando que el rebote en México se tarde más en regresar al nivel que se tenía antes."Creemos que esto se debe a dos razones: una es que hay una respuesta limitada para poder guiar el impacto negativo que está teniendo el cierre de las empresas por el coronavirus y por el choque de la demanda externa de Estados Unidos.
El esfuerzo del Gobierno ha sido relativamente limitado en magnitud y alcance", afirmó. La falta de acciones frente a la pandemia incrementan el riesgo de que la contracción sea más profunda con respecto a economías avanzadas y emergentes, dijo Ortiz-Bollin.Agregó que las medidas de Banxico para dar liquidez no están siendo acompañadas por medidas fiscales.En otro orden, afirmó que se espera que la falta de claridad en política pública siga presente en 2021, lo que hará que la recuperación en México sea menos fuerte. Esta falta de claridad le costó a México una contracción de la inversión privada de 5 por ciento anual en 2019, recordó.Explicó que en el contexto actual el uso de medidas fiscales, incluso financiadas con deuda, podrían mejorar la perspectiva crediticia del País."Si nosotros vemos que ese tipo de medidas irán focalizadas a mantener la liquidez de las empresas para que éstas no terminen cerrando, a mantener la relación laboral entre las empresas y los empleados y mantener los ingresos.
"Si hay más gasto que esté destinado a esto puede hacer que la contracción económica sea menos pronunciada, que la recuperación sea mejor y esto ayudaría a los ingresos futuros del Gobierno, entonces en términos relativos lo veríamos positivo", aseguró.