Ciudad de México. Miles de personas de todo el país colmaron el Zócalo capitalino para escuchar el mensaje de Claudia Sheinbaum al cumplir su primer año como presidenta. La explanada se convirtió en un mosaico de banderas, consignas y música regional, donde se respiró ambiente de fiesta y respaldo político.
Delegaciones de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Nayarit y Yucatán arribaron en caravanas para acompañar lo que el oficialismo llamó “el segundo piso de la Cuarta Transformación”. Los asistentes corearon “Presidenta, presidenta” y “Es un honor estar con Claudia”, entre marimbas y batucadas.
La concentración no solo mostró músculo político: marcó el cierre de un primer año donde Sheinbaum afianza liderazgo, proyecta continuidad y busca mantener un equilibrio entre diplomacia firme y control interno. En el Zócalo, la marea guinda dejó claro que el movimiento sigue vivo y que la presidenta ya no hereda un proyecto: lo encabeza.
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