La presidenta Claudia Sheinbaum busca concretar un *acuerdo bilateral en materia de seguridad* con Estados Unidos como estrategia clave para frenar la amenaza de nuevos *aranceles del 30 %* a productos mexicanos. Esta medida surge en un contexto de tensiones crecientes por el flujo de drogas sintéticas y el fortalecimiento de los cárteles del narcotráfico.
Riesgo arancelario
La administración estadounidense ha condicionado la permanencia de México en condiciones comerciales preferentes a un mayor control del crimen organizado y la migración irregular. La amenaza de un incremento arancelario generalizado ha encendido las alertas económicas en ambos países, dado el alto grado de integración entre sus cadenas productivas.
Estrategia del gobierno mexicano
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum ha instruido un enfoque diplomático que combine *colaboración en seguridad*, respeto a la soberanía nacional y la defensa firme de los intereses económicos del país. México ha reiterado que ha reforzado las acciones contra el tráfico de fentanilo, pero también ha exigido que Estados Unidos actúe con la misma determinación en el combate al tráfico de armas hacia territorio mexicano.
El gobierno federal sostiene que la violencia en ciertas regiones del país tiene raíces transnacionales y requiere una visión compartida para ser atendida con eficacia.
Obstáculos en el camino
Sin embargo, las negociaciones no han estado exentas de dificultades. La reciente fuga de un narcotraficante de alto perfil desde su arresto domiciliario, así como casos que involucran infiltración del crimen organizado en estructuras locales, han generado dudas sobre la capacidad institucional para contener estas redes delictivas.
Estos episodios han complicado los avances diplomáticos y endurecido la postura estadounidense, que exige resultados visibles y sostenibles.
Tregua temporal
Pese al clima tenso, ambos gobiernos acordaron una *extensión de 90 días* antes de aplicar nuevos aranceles. Este periodo busca consolidar un acuerdo integral que incluya mecanismos de cooperación en seguridad, migración y comercio. Durante este lapso, se mantiene una tarifa reducida sobre productos fuera del tratado comercial.
Una relación bajo presión
La relación entre ambos mandatarios se ha desarrollado principalmente mediante comunicaciones escritas y telefónicas, sin encuentros presenciales hasta ahora. Aun así, ambos equipos trabajan activamente para evitar que la relación bilateral derive en una confrontación comercial que afecte la estabilidad regional.
Conclusión
Claudia Sheinbaum apuesta por una solución diplomática que permita *blindar a México frente a presiones económicas externas*, reforzando a la vez las capacidades del Estado para enfrentar al crimen organizado. El desenlace de esta negociación será crucial para definir el tono de la relación bilateral en los próximos años y para preservar el equilibrio entre seguridad, soberanía y crecimiento económico.