Mientras directivos de los Tigres, cientos de aficionados, empresarios y políticos festejaban el juego inaugural del béisbol en el estadio “Beto Avila” de Cancún, a esa misma hora, en la Ciudad de México, José Luis Alomía, director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud, aseguraba que Quintana Roo esta pasando por una especie de tercera ola de COVID-19.
Cabe mencionar que en pleno semáforo naranja por la pandemia del COVID-19 y en peligro de pasar a rojo, las puertas del estadio “Beto Avila” fueron abiertas al público, donde se pudo observar una importante entrada de aficionados.
Asimismo, fueron cerradas parcialmente la circulación en el cruce de avenida Mayapán con Yaxchilán, debido a la entrada de aficionados al evento deportivo.
Por otro lado, la psicosis colectiva de los cancunenses ante la violencia se manifestó la noche de hoy, cuando al 911 se recibió múltiples llamadas de balaceras.
Sin embargo, todo se trató de juegos pirotécnicos de un evento realizado en el estadio de béisbol “Beto Avila”, esto fue confirmado por las autoridades.
Las principales zonas de donde se informó de las supuestas balaceras, fue el primer cuadro de la ciudad, avenidas Kabah, José López Portillo, Andrés Quintana Roo, Cobá, así como las supermanzanas 58 y 59, 95 a la 98.