Ciudad de México
La Arquidiócesis de México afirmó que “no basta hacer reformas constitucionales, es necesario hacerlas bien e implementarlas bien, aunque esto lleve más tiempo” porque la política fiscal actual es “errática” y afecta a la clase productiva.
En el semanario Desde la Fe en el editorial “Decepcionante crecimiento económico” se menciona que la reforma educativa “ha quedado corta y sin aplicación. Las reformas energética y de comunicaciones siguen en la indefinición, la política no tiene la consistencia necesaria y la fiscal… de la fiscal habrá que esperar en algún momento una verdadera reforma que impulse el desarrollo, dé incentivos al trabajo y a las inversiones productivas y grave el consumo que siempre estará acorde a las posibilidades reales de todos”
Y destaca que “como resultado de la mal llamada Reforma Fiscal llevada a cabo el año pasado, que en realidad terminó siendo una serie de remiendos muy desarticulados y no la reforma que México necesitaba, la economía del país se encuentra en un verdadero problema de estancamiento y de falta de productividad”.
Además, considera “se han logrado recaudar un poco más de recursos para apuntalar los planes del Gobierno de la República, pero con costos muy altos para la sociedad mexicana, especialmente para la clase media, para los contribuyentes cautivos y para quienes tienen intenciones de invertir en proyectos productivos: todos han sido castigados con un alza de impuestos sin ningún incentivo, disminuyendo en todos su capacidad económica y sometiéndolos a una serie de controles fiscales complicados, y en algunos casos con tintes persecutorios”.
Por otro lado, “se ha puesto en riesgo –de forma irresponsable y con gran indolencia social– la operatividad de miles de iniciativas ciudadanas de promoción social al disminuir drásticamente el beneficio de la deducibilidad. Un país como México, que no tiene cultura de compromiso con causas sociales, está siendo desalentado por estas medidas fiscales equivocadas”
Como contraparte, está la informalidad en miles de actividades comerciales y profesionales que están fuera de los controles oficiales y de los impuestos generales, y que no ha sido regulada por ningún lado. “Más aún, esta informalidad sigue creciendo sin que nadie ponga orden, siendo uno de los aspectos más cuestionables de nuestra economía nacional. Casi el 60 por ciento de la población económicamente activa está fuera del esquema fiscal y por lo mismo fuera de una economía de crecimiento y de compromiso social".
Para la Arquidiócesis, “más allá de las declaraciones oficiales y de los insultantes actos públicos del gobierno, montados sobre escenografías costosas y falsas con públicos a modo, está la realidad: una decepcionante expectativa de crecimiento para este 2014 en mucho menos del 3 por ciento. Estamos muy por debajo del crecimiento que se está dando en Centroamérica y en la mayoría de los llamados países emergentes”
Sin crecimiento económico no hay empleos, ni bienestar, ni justicia social. Si bien debemos reconocer que hay una aparente preocupación en las políticas públicas del actual gobierno por atender a los más marginados, garantizando lo más básico que es la alimentación, también debemos decir que se ha implementado una errática política fiscal, afectando innecesariamente a la clase productiva y echando por la borda una magnífica oportunidad para impulsar el crecimiento del país.