Elementos de la Policía Federal ejecutaron a 30 de los 42 sicarios que perdieron la vida en un enfrentamiento registrado el pasado 22 de mayo, en un rancho localizado en Tanhuato, Michoacán. De acuerdo con el periodista Carlos Loret de Mola, los peritajes realizados por el Ministerio Público Federal contradicen la versión oficial divulgada por la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) tras los hechos.
Monte Alejandro Rubido, titular de la CNS, afirmó la noche del 22 de mayo que 42 integrantes de Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y 1 agente federal habían fallecido como consecuencia de un enfrentamiento, que inició alrededor de las 7:00 horas y se prolongó por más de 3 horas en un predio conocido como “El Sol”. El funcionario federal dijo en esa ocasión que los delincuentes perdieron la vida en medio de refriegas lanzadas por los policías federales y que no se incurrieron en prácticas violatorias de los Derechos Humanos. La autoridad difundió algunas imágenes de la escena donde se apreciaban los cuerpos junto a armas de alto calibre.
Sin embargo, de acuerdo con lo publicado este miércoles por Loret de Mola, en El Universal, los peritajes realizados en la escena concluyen que las armas fueron “sembradas” y que el 70 por ciento de los cadáveres presentó “el tiro de gracia”, algunos con balazos en la nuca. Muchas de las armas halladas junto a los cuerpos no tenían el cargador correcto, por lo que no hubiera sido posible accionarlas en un enfrentamiento. Además, la revisión de los cuerpos muestra que las muertes ocurrieron entre las 04:00 y 05:00 horas, del 22 de mayo pasado.
Uno de los sicarios habría muerto como consecuencia de golpes, y no por arma de fuego. Hasta el momento, la CNS se ha pronunciado sobre la revelación. Los 3 delincuentes sobrevivientes habrían librado la muerte tras esconderse en el rancho.
