Con la detención de los hermanos Zacarías y Alejandro González Gutiérrez (a) “Skini” y “Pingüicho”, respectivamente, la red de vendedores ambulantes en la zona de playas de Cancún quedó en manos de uno de sus principales operadores, identificado como “Sandwichón”.
En este lucrativo negocio toman participación supervisores de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), quienes reciben un pago semanal por no retirar a los vendedores que distribuyen drogas entre los turistas.
Además, el grupo que fue conformado por “Skini” debe compartir las playas con el grupo que comanda “El Chupón”, hijo del extinto Julio César García Mateos (a) “El Quesadillas”, quien fue ejecutado en diciembre del 2013.
Toda una red de vendedores de drogas en las playas de Cancún fue la que lograron tender los hermanos Zacarías y Alejandro González Gutiérrez, quienes tenían a su cargo a un grupo numeroso de vendedores ambulantes, quienes además de su mercancía ofrecen drogas a los turistas, principalmente marihuana.
Zacarías González Gutiérrez (a) “Skini” fue detenido el pasado 15 de agosto por la Policía Judicial del Estado (PJE) y actualmente se encuentra encarcelado y sujeto a proceso penal por homicidio, pues confesó haber ordenado la ejecución de al menos dos personas y el intento de ejecución de un sujeto más, quien logró escapar con vida.
Tras su detención, su hermano Alejandro quien es apodado “Pingüicho”, se hizo cargo del negocio familiar y fue él quien se encargaba de cobrar el dinero por la venta de drogas en la zona de playas de Cancún, la cual corre a manos de los vendedores ambulantes que diariamente recorren los arenales.
El jueves por la noche, “Pingüicho” fue detenido también por agentes judiciales, junto con dos de sus vendedores y al momento de la detención se aseguraron tres armas de fuego y 30 dosis de marihuana, por lo que los tres se encuentran actualmente en prisión.
Las autoridades consideran que después de que “Pingüicho” también fuera detenido, su principal operador identificado con el apodo de “Sandwichón” es quien se quedó a cargo del control de la célula delictiva.
Este sujeto era el encargado de cobrar a los vendedores ambulantes y darles el “permiso” para vender en los arenales, en el tramo comprendido del hotel Meliá al Hilton.
En esta actividad, participan también inspectores de la Zofemat, aunque su participación únicamente es hacerse “de la vista gorda” para permitir la presencia de los vendedores ambulantes, a cambio de un pago semanal.
Según información con que cuenta la autoridad ministerial, cada vendedor ambulante debe pagar mil 200 pesos semanales, de los cuales, 400 pesos son para los inspectores de Zofemat y 800 se los quedan ellos, aparte del dinero que sacan con la venta de drogas.
Pero los arenales de Cancún no son exclusivos de la célula delictiva que era comandada por los hermanos González Gutiérrez, pues también existe otro grupo que es comandado por “El Chupón”, apodo con que se conoce a uno de los hijos del extinto Julio César García Mateo (a) “El Quesadillas”, quien fuera ejecutado a balazos en diciembre del 2013.
“El Chupón” trabaja en las tardes y la gente a su cargo trabaja en el tramo comprendido del hotel Meliá al Ritz Carlton, teniendo a su cargo a sujetos apodados “Mapachón”, “Pargo”, “Sombra”, entre otros.
Como operador, “El Chupón” tiene a su mando a “Figueroa”, quien se encarga de cobrar 800 pesos semanales a los vendedores ambulantes, de los cuales la mitad (400 pesos) son entregados a los inspectores de Zofemat, para que puedan trabajar libremente.