Las autoridades de Turquía informaron sobre la muerte de al menos 24 inmigrantes al norte de Estambul, en la costa del Mar Negro, después de que un barco naufragara en las inmediaciones durante las últimas horas. El reciente accidente naval se suma a las tragedias ocasionadas por la proliferación de las rutas clandestinas hacia Europa.
De acuerdo a los primeros reportes, la mayoría de los inmigrantes que fallecieron son menores de edad, en un caso que ha consternado a la comunidad internacional, además de alentar las críticas de organizaciones sin fines de lucro sobre la necesidad de garantizar las fuentes de trabajo en diversos territorios del orbe y la aprobación de nuevas políticas de migración.
"El viento está dificultando mucho nuestra tarea. El barco es muy pequeño, de hecho es apenas un barquito, pero llevaba a cuarenta personas. Estamos viendo los cadáveres de niños flotando en el mar", declaró uno de los trabajadores que participa en las tareas de rescate, quien fue identificado como Ali Saruhan, además de lanzar condenas contra el negocio del tráfico de personas.
Estas personas deberían de ser juzgadas en un tribunal de guerra, comentaron los pescadores de la región de Turquía, mientras que un hombre llamado Kadir Sert aseguró haber visto a recién nacidos flotando en el agua, pese a los grandes esfuerzos de las personas de la zona para sacarlos y entregarles los primeros auxilios.
"Vimos a alguien luchando en el mar. Tenía un chaleco salvavidas, y estaba vivo. Le sacamos. Su hermana estaba junto a él, pero había muerto. También sacamos una niña de tres o cuatro años, que por desgracia estaba muerta", añadió, para después asegurar que se han visto escenas similares en la región de Turquía.
Cabe recordar que en fechas recientes, la Fiscalía de Corea del Sur pidió la pena de muerte para el capitán del buque Sewol, además de que se reanudó la búsqueda de sobrevivientes tras el naufragio en Indonesia, una serie de accidentes que ocasionó la muerte de más de 300 personas de manera conjunta, siendo el primero de ellos el más mortífero.
