Por: Alfredo Morales
Investigación Especial
TABASCO / CDMX – Julio de 2025.
En un golpe demoledor a la imagen de “regeneración política” que promueve el partido Morena, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia ha iniciado el procedimiento formal para expulsar a Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco, quien es acusado de liderar operaciones criminales al servicio de La Barredora y actualmente es buscado a nivel internacional por la Interpol.
Bermúdez, conocido en el mundo del hampa como “El Comandante H”, fue una de las figuras más cercanas a Adán Augusto López Hernández durante su gestión como gobernador de Tabasco (2018-2021) y más tarde como titular de la Secretaría de Gobernación. Su caso es considerado por analistas como uno de los escándalos más graves de infiltración del crimen organizado en la 4T.
La expulsión: una medida tardía y reactiva
El comunicado emitido por la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena informa que, como medida cautelar, se suspenden los derechos partidarios de Bermúdez Requena debido a que su registro como militante sigue activo desde 2023.
“Existen elementos que constituyen infracciones a los Documentos Básicos de nuestro Partido-Movimiento, por lo que se ha dado inicio a un Procedimiento Sancionador de Oficio en su contra”, detalla el documento.
Aunque la expulsión parece inminente, el daño ya está hecho. El hecho de que una figura con antecedentes tan delicados haya permanecido en las filas de Morena sin ser detectado por sus filtros internos, demuestra fallas estructurales en el control de acceso al poder dentro del partido.
¿Quién es Hernán Bermúdez Requena?
Bermúdez tiene una trayectoria de más de 30 años en las estructuras de seguridad del estado de Tabasco. Su primer cargo público fue en 1992 como director de Seguridad Pública estatal, y posteriormente fue nombrado director del penal CRESET, donde ya se le vinculaba con redes de corrupción carcelaria.
Durante el gobierno de Arturo Núñez fue subsecretario de Prevención y Readaptación Social y más tarde director de Protección Civil. Pero su momento de mayor poder llegó en 2019, cuando fue nombrado secretario de Seguridad Pública por Adán Augusto López Hernández, en un movimiento que sorprendió incluso a sectores internos del PRI y del PRD en Tabasco por su opacidad.
Se mantuvo en el cargo hasta 2024, año en que renunció en medio de una escalada violenta sin precedentes, marcada por ejecuciones, desapariciones y el crecimiento del narcomenudeo en Villahermosa y la zona de Los Ríos.
“El Comandante H”: infiltración criminal desde el poder
El apodo de “Comandante H” comenzó a circular en informes filtrados por Guacamaya Leaks, los cuales apuntaban a que Bermúdez Requena habría sido uno de los principales enlaces del grupo criminal “La Barredora” en el sureste del país.
Investigaciones paralelas de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) confirmaron que utilizaba su posición de mando para proteger rutas de trasiego de droga, dar cobertura a operaciones de extorsión y permitir el lavado de dinero a través de contratos de seguridad privada asignados a empresas fantasma.
Su nombre aparece en múltiples carpetas de investigación por cohecho, delincuencia organizada, encubrimiento agravado y ejercicio indebido del servicio público. La orden de aprehensión federal fue girada en su contra en mayo de 2025, lo que motivó la emisión de una ficha roja de Interpol.
¿Dónde está Bermúdez?
Desde su renuncia en 2024, Bermúdez ha permanecido fuera del radar. En junio de 2025 comenzaron a circular versiones sobre su presunta muerte por infarto en Panamá, pero ninguna fuente oficial ha confirmado la información.
Lo que sí se sabe es que Interpol lo busca activamente en más de 190 países y que México ha solicitado su captura con fines de extradición por delitos de alto impacto. La Secretaría de Seguridad Federal lo tiene catalogado como un objetivo prioritario.
El silencio de Adán Augusto: ¿ignorancia o complicidad?
Uno de los aspectos más perturbadores del caso es el silencio absoluto de Adán Augusto López Hernández, quien no ha emitido una sola declaración respecto a su excolaborador.
Para la oposición, su mutismo es una señal de encubrimiento político o, en el mejor de los casos, negligencia gravísima. Legisladores del PAN y PRD han exigido a la Fiscalía General de la República que abra una línea de investigación sobre la responsabilidad de Adán Augusto en el nombramiento y protección de Bermúdez durante más de cinco años.
“No basta con expulsarlo del partido, Morena debe explicar por qué permitió que una figura ligada al crimen organizado operara desde dentro del gobierno y del aparato electoral”, declaró el senador Germán Martínez.
Implicaciones para Morena y la 4T
La salida de Bermúdez Requena no solo mancha la imagen del partido fundado por López Obrador, sino que pone en entredicho la efectividad de los filtros internos de militancia y la ética del proyecto político.
Morena ha acumulado varios escándalos similares en los últimos meses: candidatos con antecedentes penales, funcionarios acusados de violencia sexual, y ahora, un operador criminal al interior del aparato de seguridad.
La narrativa de la “Cuarta Transformación” se tambalea ante una realidad de impunidad interna y crisis moral, justo cuando el país se prepara para los comicios intermedios de 2026 y las presidenciales de 2027.
Conclusión: ¿Cuántos Comandantes H más hay en Morena?
La historia de Hernán Bermúdez Requena revela una verdad incómoda: el poder político en México sigue siendo un refugio para operadores del crimen organizado. Su expulsión de Morena es un acto simbólico que no resuelve el problema de fondo: la corrupción estructural y la impunidad institucionalizada.
Mientras el “Comandante H” sigue prófugo, el país se pregunta:
¿Cuántos más como él siguen operando desde las filas del poder sin ser detectados?
¿Hasta cuándo el partido gobernante va a asumir con seriedad la limpieza interna que prometió?



