De acuerdo a datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) México ocupa el primer lugar a nivel mundial en abuso sexual, violencia física y homicidios de menores de 14 años.
Así lo aseguró, Marina Mandujano Curiel, directora general del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG), quien agregó que "alrededor de 4.5 millones de niñas y niños son víctimas de abuso sexual en México, de los cuales únicamente el 2.0 por ciento de los casos se conocen en el momento que se presenta el abuso".
Al participar durante la inauguración del foro "Por un mundo sin abuso infantil, la importancia de la prevención", en San Lázaro, con motivo del Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil, que se recuerda este 19 de noviembre, Mandujano Curiel señaló que, "ante este escenario, desde la Cámara de Diputados, el CEAMEG condena enérgicamente este tipo de delitos e insta a las instituciones responsables a tomar medidas que garanticen la integridad y la seguridad de la infancia y de los adolescentes".
Refirió que, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada minuto cuatro menores sufren abusos sexuales en América Latina y al menos tres son niñas y la mayoría no logra recuperarse nunca de ese trauma.
"A decir de la Procuraduría General de la República (PGR) e instituciones de seguridad internacional, en el 2013 se detectaron en el país más de 12 mil cuentas personales en Internet, donde se exhiben imágenes de explotación sexual a menores de edad, cuyas edades oscilan entre los cuatro y los 16 años", subrayó.
En el foro se presentó la obra de teatro "Valentina y la Sombra del Diablo", con objeto de difundir información a las niñas, niños y adolescentes para prevenir el delito de abuso sexual infantil.
Por su lado, la presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez, Verónica Beatriz Juárez Piña, afirmó que los legisladores, autoridades y sociedad en general comparten la responsabilidad de garantizar condiciones mínimas a niñas y adolescentes para que no sean víctimas de violencia en los espacios donde se desarrollan.
En la inauguración del evento, los menores y adolescentes dieron testimonio de la "violencia generalizada que padecen en la familia, comunidad, escuela y en medios de Comunicación".
