Freddie Highmore dedicó 12 años de su corta vida a personajes tiernos, que visitaban una fábrica de chocolate o encontraban el camino al país de Nunca Jamás. Ambas cintas recaudaron juntas más de medio millón de dólares, pero el actor, de 22 años de edad, decidió dejar atrás estos papeles y ha dedicado el último año a interpretar a uno de los asesinos más famosos de la historia, que protagoniza la serie Bates Motel y ha conseguido buenos ratings.
Highmore, que es conocido por sus interpretaciones en cintas a lado de Johnny Depp, Robin Williams y hasta Russell Crowe, afirma que no extraña el cine. “Más allá de la pantalla grande o de la televisión, considero que los personajes son más importantes”, indica el joven en un perfecto español.
En 2005, Highmore participó en Charlie y la fábrica de chocolates, que recaudó 474 millones de dólares en taquilla, una cifra que cuadruplicó el presupuesto de la cinta de 150 millones de dólares. El año pasado estrenó la primera temporada de la serie y ha recibido buenas críticas por su interpretación de la versión joven del afamado asesino Norman Bates de Psicosis (1960).
“Creo que la principal diferencia entre Norman y otros asesinos es que él realmente no quiere ser uno”, asegura el actor británico. Con 3 millones de televidentes por episodio, Bates Motel es una de las series dramáticas más populares en Estados Unidos. Pero la controversia no está lejos del programa, pues en la segunda temporada –que se acaba de estrenar– se podrá ver un beso entre madre e hijo, habrá más víctimas y mucha tragedia.
“Creo que las personas siguen creyendo que la relación con Norma no es muy común, pero su madre es una de las personas más importantes para él”, señala Highmore. Además, dice que la química entre Vera Farmiga (Norma Bates) y él es algo completamente natural. “Nos llevamos muy bien. Cuando estamos en Canadá, que es donde filmamos, convivo con su familia”, expresa.
Recién egresado de la Universidad de Cambridge, donde estudió español y árabe, confiesa que esta segunda lengua aún se le dificulta un poco, pero que en su visita a México está dispuesto a hacer gala de su fluido castellano.
La vida de un asesino. Para Freddie Highmore su papel de Norman Bates está lejos de ser una celebración a los homicidas. “Su caso es distinto. Para él es algo psicológico que está muy relacionado con su madre”, manifiesta.
Se siente afortunado de trabajar en televisión. Afirma que no extraña el cine porque allí no hubiera podido desarrollar su papel en 90 minutos. Además, dice que a diferencia de personajes de otras series tiene la suerte de saber lo que va a pasar con Norman: “Bueno o no, está hasta el final”.