Ciudad de México.— La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, reafirmó frente al Senado que el gobierno federal no mantiene compromisos con mafiosos ni acuerdos con criminales, y advirtió que quien infrinja la ley deberá asumir las consecuencias.
Durante su comparecencia en la glosa del Primer Informe de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, la funcionaria sostuvo que la administración actúa del lado del pueblo y bajo principios de “cero corrupción y cero impunidad”. Subrayó que si alguien cruza el límite legal, será investigado y sancionado sin importar su posición.
Rodríguez recalcó que este gobierno busca erradicar prácticas arraigadas de corrupción, colusión y dispendio que “socavaron la soberanía del Estado” y que generaron injusticia sistemática. Aseguró que esa es una labor diaria para restaurar la confianza ciudadana.
Sobre casos específicos, mencionó el combate al huachicol fiscal como muestra de que las investigaciones pueden partir incluso desde el interior de la administración. Afirmó que ya hay personas vinculadas al delito detenidas, y que los procesos serán concluyentes.
Además, destacó avances en el combate a la violencia, los programas sociales, la coordinación institucional y el fortalecimiento de las instituciones para actuar con rectitud. Hizo énfasis en que México no está condenado a la violencia: “México está destinado a la paz”, dijo.
La respuesta política fue de respaldo por parte de senadores de la bancada oficial, mientras los grupos opositores miran con atención la aplicación real de estas promesas: declarar algo es un paso, aplicarlo es otro.
En resumen, la secretaria de Gobernación envió un mensaje claro: el gobierno no negocia con el crimen, y cualquiera que lo intente deberá enfrentar la ley. Pero para que ese discurso tenga sentido para la sociedad, deberá traducirse en resultados concretos, casos investigados, sanciones contundentes y una administración sin zonas oscuras.