AGENCIA SIM
Cancún.- Por norma, un Notario tiene que ser necesariamente un profesional del derecho, pues tiene a su cargo redactar el instrumento notarial, vigilar la legalidad de los actos, leerlos y explicarlos a las partes, logrando así la seguridad y certeza jurídica que evite litigios posteriores.
Al menos eso marca la ley, sin embargo, en Quintana Roo ocurre un fenómeno que pone en entredicho la función de los Notarios, y curiosamente, la violación a las normas o reglas, la practica el presidente del Colegio de Notarios del Estado, Miguel Mario Angulo Sala, cuya labor, sumada a una serie de irregularidades que incluyen evasión fiscal, deja en claro que la corrupción también trastoca la actuación, de quienes en teoría, tienen el deber de dar fe y legalidad a los actos jurídicos, pero que en los hechos, la realidad es muy distinta, declara a este medio Alejandro Fabila Soriano.
IRREGULARIDADES
Algo común en administraciones estatales pasadas fue otorgar Patentes de Notarías sin ton ni son, lo que propició la proliferación de fedatarios de dudosa reputación y calidad moral, como es el caso de Miguel Mario Angulo Sala, de la Notaría Pública Número 27 de Playa del Carmen, a quien su padre, Miguel Mario Angulo Flota le deja el cargo, al buscar nuevas posiciones políticas.
Miguel Mario Angulo hijo ocupó el cargo de Notario suplente en 2005, es decir, cuando tenía 28 años (nació en febrero de 1977), con lo que no cumplía con el requisito de la edad, ya que la ley en la materia, en su artículo 28, fracción I, dice claramente que se debe “tener 30 años de edad cumplidos”, en tanto que la fracción III, señala que se debe “acreditar cuando menos cinco años de ejercicio profesional, contados a partir de la expedición de su Cédula Profesional, o “acreditar cinco años de experiencia profesional en materia notarial”, entonces, si este abogado terminó su carrera en 2001, sin contar aún con Cédula Profesional, tampoco cumplía con este requisito, con lo que viola también el artículo 30, que dice: “ninguno de los requisitos para ejercer este cargo son dispensables”.
PRESUNTA EVASIÓN FISCAL
Por otro lado, de acuerdo a investigaciones periodísticas, Miguel Mario Angulo Sala engaña a las autoridades hacendarias realizando operaciones simuladas que le generen beneficios económicos, utilizando muchas veces prestanombres o empresas “fachada”, o bien negocios con bajo perfil y bajo la sombra, omitiendo así el pago de impuestos que por obligación le corresponden.
El SAT ha combatido la evasión fiscal resultante de este mecanismo, principalmente con la entrada en vigor del artículo 69-B del CFF, sin embargo, el Estado demuestra una pasividad, que raya en la apatía, frente a la corrupción y otras actividades ilícitas asociadas al mencionado presidente del Colegio de Notarios.
En la notaría público número 27, presuntamente se tejen extrañas e ilegales maniobras, cuya finalidad es engañar -o pretender engañar a las autoridades fiscales- sean del Estado o Federales, y precisamente derivado de una investigación, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera del Sistema de Administración Tributaria (SAT) se ha detectado una evasión al fisco por un monto por 91 millones, 933 mil, 624 pesos, cifra bastante elevada, pero que al parecer, no preocupan a este profesionista, confiado -vaya usted a saber por qué- en que saldrá bien librado del problema.
De resultar impunes los delitos de este Notario (claramente sustentados en documentos que obran en nuestro poder), aquí tiene que intervenir el nuevo gobierno del estado, pues los ciudadanos no desean que siga prevaleciendo la corrupción y la impunidad en Quintana Roo, lo que a su vez deja claro que de nada servirá la tan mencionada y recién aprobada ley anticorrupción.
Quizá las consecuencias de este mal proceder no causarían tanto impacto si los cometiera cualquier fedatario, pero Miguel Mario Angulo Sala es nada más ni nada menos que el presidente del Colegio de Notarios Públicos del Estado de Quintana Roo.