La familia ante el Cambio de época
Por: Román Martínez
CANCÚN, 18 de mayo.-El director nacional del instituto Juan Pablo II, el doctor Alejandro Landero Gutiérrez, en la plática que dio a estudiantes universitarios, afirmó que vivimos muchos desafíos en la actualidad, empezando en la familia desde su constitución interna, por lo que hay que prepararse desde antes de ir al matrimonio, para saber a que van y buscar por todos los medios anteponer a la familia, que es la base del tejido social.
El entrevistado comentó que la familia vive desafíos como la falta de conciliación, vida laboral, vida familiar, la migración, la pobreza, todo eso presiona a la familia y es caro que las políticas públicas no están respondiendo a las necesidades de la familia; hay una omisión de la perspectiva de familia en las políticas públicas, estos son los retos que hay que enfrentar.
Destacó que en Cancún donde se tiene que trabajar todo el día y se dejan a los hijos con la llave de la casa, es lo mismo que sucede en otras ciudades como el D.F., donde se usan cuatro horas para el transporte y no se puede convivir con los hijos; “son hijos horizontales, los vemos acostados en la mañana y en la noche, porque los papás están dejando de hacer su tarea educativa”, expresó.
Comunicó que los niños están solos, viendo la televisión o videojuegos o en la calle y en la banqueta, son más presas de las adicciones y del crimen organizado, por eso necesitamos estas políticas de conciliación vía laboral y familiar.
La recomendación, mencionó, es que no solo le compete al gobierno, también los empresarios deben de hacer tareas, empezando por respetar el horario laboral, implementando guarderías en las empresas, para que los niños más pequeños puedan estar ahí.
Dijo que ahora A la sociedad le importa más el tener que el ser, porque somos sociedad de consumo, que pide que te vistas y tengas mejor coche, todo eso al final presiona a la familia, a la cual hay que rescatar y ponerla en el centro del desarrollo humano, social e incluso económico, porque sin familias, incluso, la economía no funciona.
El entrevistado aseguró que cuando se pierde a Dios, se pierde a la persona y se pierden los valores, por lo que si la sociedad no tiene más ética ni valores humanos va hacia la autodestrucción, porque lo que pasa en Cancún “no se va a solucionar con más ejército o más policías y vigilancia, pues hay una crisis ética y familiar que se tiene que atender de raíz para no dar palos de ciego; necesitamos volver a atender a la familia, que es la que articula el tejido social”, concluyó