El ansiado discurso de Donald Trump en la Asamblea General de las Naciones Unidas tuvo un comienzo tambaleante cuando se rieron de él en cuestión de segundos después de comenzar a hablar.
El presidente de Estados Unidos inició con su tan repetida frase "en solo dos años mi administración ha logrado más que casi cualquier otra administración en la historia de nuestro país", una exageración que provocó una oleada de murmullos y carcajadas de los diplomáticos presentes.
Trump se vio obligado a hacer una pausa y, hay que reconocerle mérito, se recuperó diciendo: "No esperaba esa reacción, pero está bien".
El presidente se dirigía a una multitud compuesta de 84 jefes de estado y 44 jefes de gobierno.
Poco después del incidente reapareció un tuit de Trump de 2014 en el que dijo: "Necesitamos un presidente que no sea el hazmerreír del mundo entero".
En cuanto al resto del discurso, Trump apuntó a Irán, a la que calificó como una "dictadura corrupta" que está saqueando al pueblo iraní para pagar agresiones en el extranjero.
"Los líderes de Irán siembran el caos, la muerte y la destrucción", dijo Trump en la reunión anual.
"No respetan a sus vecinos o fronteras o los derechos soberanos de las naciones".
Trump comparó las relaciones de Estados Unidos con Irán con lo que denominó mejores lazos con el líder norcoreano Kim Jong Un, elogiándolo por detener las pruebas nucleares y de misiles y por devolver algunos restos estadounidenses de la Guerra de Corea de los años 50.
Trump había llamado a Kim un "hombre de cohetes" empeñado en la destrucción nuclear en su discurso ante la ONU el año pasado.
Trump usó su discurso para pedir reformas al comercio internacional e insistió en que su principal objetivo como presidente es proteger la soberanía estadounidense. Pidió a la OPEP que deje de aumentar los precios del petróleo y criticó las prácticas comerciales de China.
