Para los políticos y los que toman decisiones en el gobierno del estado, y ahora en Benito Juárez, parece que en Quintana Roo no existen personas capacitadas para desempeñar cargos de primer nivel, por esta creencia, tienen que importar personajes de otras latitudes, principalmente en seguridad pública, como lo hizo Roberto Borge Angulo que trajo a Bibiano Villa (dizque nieto del Centauro del Norte) de Durango.
Resulta que con la llegada del nuevo Gobierno a la gubernatura, también arribó el “Grupo Tepito”, encabezado por Juan de la Luz Karfachi, quien quiso meter a toda su gente en las dependencias de gobierno y en los municipios de Solidaridad y Cozumel, solo que Perla Tun no se dejó y ese fue el gran pleito que tuvo con el gobierno del estado durante su mandato. También llegaron los poblanos, patrocinados por el entonces gobernador Rafael Moreno Valle y con la cara visible del exsecretario de Finanzas, Juan Melquiades Vergara Fernández, se escribió mucho sobre eso. Se entiende que se quiere arrasar con el slogan “Quintana Roo para los quintanarroenses”, pues eso duele todavia.
A dos años, los poblanos demostraron que solo vinieron a saquear al estado turístico más importante de Latinoamérica, y número uno de México. Quizá por eso están pasando de moda, pero ahora le toca el turno a los recomendados de Morelos para tomar las riendas de la seguridad en el estado. La llegada de Jesús Alberto Capella Ibarra pone en alerta a los mandos, porque desde el primer día que asumió los trata con desprecio, y este lunes arribarán más morelenses que acompañarán al Secretario en las labores de implementar el mando único.
Pero no para ahí la cosa, en Benito Juárez también traen a un discípulo de Capella, lógicamente del estado de Morelos, se trata de Jesús Pérez Abarca (otro Jesús) quien en el primer minuto del 30 de septiembre, tomará las riendas de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública en Benito Juárez. Es así como se pasa de los tacos de canasta de Tepito al camote poblano, para seguir con el Amaranto morelense.