Se trata de Yasmani López, quien desde el lunes supuestamente abandonó la concentración cubana.
México.- Se avecinan más problemas para Cuba en la Copa Oro 2019 luego de la tremenda goleada de 7-0 que recibió por parte del Tricolor. Y es que Yasmani López, capitán del combinado caribeño, habría desertado del equipo a fin de establecerse en los Estados Unidos, sede del certamen.
López, de 31 años, no acudió a la sesión de entrenamiento de este lunes programada por el técnico Raúl Mederos, lo cual encendió las alarmas de la delegación cubana, pues los primeros informes señalan una supuesta fuga realizada durante las primeras horas del lunes, tal como relató el diario Nuevo Herald.
Debido a lo delicado del tema, los representantes de Cuba todavía no han dado ninguna información oficial al respecto, pero, según trascendidos, todo parece indicar que Yasmani no estaría disponible para el juego ante Martinica, mismo que forma parte de la segunda jornada del Grupo A y que será disputado el miércoles en el Broncos Stadium de Denver.
Más allá de las implicaciones sociales de este supuesto abandono, en el plano deportivo tal ausencia representará un duro golpe para Mederos y compañía, ya que de por sí su elenco es muy limitado futbolísticamente hablando.
Larga lista de deserciones
Sin lugar a dudas la hipotética deserción de Lopez es más que sorpresiva, toda vez que ostenta una larga carrera con el seleccionado de su país, pues debutó en Copa Oro 2013, además, computa 28 apariciones como internacional incluyendo juegos de Clasificación para la recién creada Liga de Naciones.
Lamentablemente, esta clase de eventualidades han sido una constante en otras ediciones de esta justa en las que el representativo cubano ha participado, ya que según FIFA son 17 los futbolistas que dejaron la concentración en aras de buscar asilo político en la Unión Americana.
De hecho y según el periodista Alonso Cabral, el máximo organismo se encuentra bastante preocupado por las deserciones cubanas en esa y otras competiciones, por ende, se espera que en un futuro no muy lejano se implementen protocolos para impedir que hechos así se repliquen.
